Por M. Ángel Villa Juárez
Morelia, Mich., 26 de mayo de 2025.- Entre aplausos, bata blanca y puro orgullo universitario, el Instituto de Investigaciones Químico Biológicas (IIQB) de la Universidad Michoacana se aventó este lunes una pachanguita académica para festejar sus 49 primaveras de jalarle duro a la ciencia con barrio, pasión y mucho colmillo.
La mera mera de la UMSNH, Yarabí Ávila González, se dejó caer al evento para echarle flores al instituto, que desde 1975 no ha parado de hacerle al Sherlock Holmes de la química y la biología, con proyectos que ya cruzaron fronteras y con maestrías y doctorados de los que hacen escuela.
“Este instituto no sólo produce ciencia, sino que siembra esperanza, pasión y compromiso social. Aquí se investiga con ética, con corazón y con conciencia”, dijo la rectora, mientras repartía reconocimientos a profes que llevan 15, 20, 25 y hasta 30 años dándole con todo a la educación pública.
La comunidad entera —estudiantes, administrativos, docentes y hasta los curiosos— se reunieron pa’ recordar que este changarro nació no nomás pa’ dar clases, sino pa’ resolver broncas del mundo real con ciencia bien hecha. “Aquí no se trata de figurar, sino de servir al pueblo”, soltó Yarabí, bien firme y con ese tono que no deja lugar a dudas.
Rafael Salgado Garciglia, el director del IIQB, se echó su buena parlada también, agradeciendo el empuje de la administración central. Se dijo orgulloso de que este año les cayó buen billete para laboratorios y equipo, y que eso ya se refleja en los morros del posgrado que están haciendo cosas chidas desde sus trincheras.
Ahí mero, entre placas conmemorativas y abrazos de “qué chido lo que haces”, se reconoció a las y los profes que llevan décadas rifándosela. Porque aquí, aunque no haya reflectores, el trabajo es de alto voltaje científico.
Con casi medio siglo a cuestas, el IIQB sigue firme como roca, demostrando que en la Nicolaita hay coco, hay entrega y hay raza que cree que la educación es la mejor fórmula para cambiar al país. ¡Felicidades, banda del IIQB, que se vengan muchos años más de pura ciencia de la buena!