Columna de Rogelio Raya Morales, 14 febrero 2024
Luego de la gran noticia de que se había realizado un cateo a uno de los ranchos del exgobernador, con clara evidencia de que se estaba ante un hecho de prestanombres y, de que se difundieron algunos de los hallazgos, que para todo el mundo eran rumores a voces o vox populi, como grandes sumas de dinero, joyas, y muchos otros objetos de valor, vino la enconada reacción. No obstante que el exgobernador lo fue por un partido distinto, fue un connotado priista de Tacámbaro el que salió en su defensa, sí un tal Valentín Rodríguez, exhibiendo escrituras de propiedad del rancho revisado y lo que en realidad logró este señor, fue exhibir una vez más las complejas y cercanas concatenaciones de corrupción que se han tejido en la clase política, sin importar el partido.
Que contrariedad la de este señor Valentín Rodríguez, pues a los pocos días se quedó callado cuando las pesquisas demostraban otros dueños y el mismo Silvano, ofreciendo declaraciones por aquí y por allá, tratando de convencer de torpeza, Díaz Mirón dixit, en el sentido de que efectivamente el rancho en cuestión era de otra persona. Y sí, resultó que, escribo los nombres porque, aunque no añaden claridad al comentario, si lo complementan, la señora Patricia Orozco Cortés, esposa del que fuera su colaborador cercano desde que Silvano fue presidente municipal de Zitácuaro, Miguel ángel Aguirre Abellaneda, era la que aparecía en las escrituras como dueña del inmueble, aunque, y esto es muy revelador, las escoltas de Silvano custodiaban el inmueble al momento del cateo. Primero, ¿Silvano tiene aún escoltas a su servicio? Y segundo ¿Se las prestaba a la señora Orozco Cortés para cuidar un rancho que no era suyo? ¿Quién nos debe explicar todo esto? Bueno. Hasta aquí, parece que el exgober la libraba. Y claro que la puede librar porque, como ya se ha comentado en más de una ocasión, el poder judicial en México, y no se diga en Michoacán, es una vil transa, un albañal repleto de casos, personajes e intereses en el más elevado nivel de corrupción y podredumbre. Pero si a todo eso añadimos que el fiscal, Adrián López Solís, es el ‘carnal’ del exgober y la señora dueña, es la esposa del que funge ahora como Auditor Superior de Michoacán, pues ya podemos imaginar hacia dónde camina todo este embrollo de corrupción y espectáculo que nos han brindado las autoridades. Sí, todo puede quedar en espectáculo si no se llega hasta el fondo de esta pequeña muestra de las corruptelas en que está metido hasta la cabeza el exgober Silvano Aureoles Conejo.
Ya nadie, y por eso insisto en el tema en este artículo, parece recordar lo que fue gran noticia apenas una semana antes. ¿Se quedará ya en el olvido el resultado de la pesquisa o tendremos una mayor explicación a la que, como ciudadanos de este estado, tenemos derecho?
Porque ahora la señora esposa del Auditor Superior de Michoacán, tendrá que responder cómo se hizo de la mencionada propiedad, toda vez que el valor de la propiedad puede estar por encima de los ingresos de su marido, aunque haya sido favorecido con puestos administrativos en todos los cargos en los que estuvo Silvano. Recordemos que las cuatro hectáreas fueron compradas por la señora Orozco, pero la construcción, de muchos millones de pesos, se hizo durante la gestión como gobernador de Silvano. Y tiene que explicar el origen de los bienes encontrados y la presencia de las escoltas del exgober. Esta es una respuesta que exigimos como ciudadanos los michoacanos y que la autoridad judicial y política del estado nos deben.
Pero el asunto no queda sólo en la pesquisa de la autoridad a uno de los muchos ranchos que se presume, y se dice, tiene por todo el estado el exgobernador Aureoles. A primera vista, cualquier persona entendería que lo mejor, ante una exhibida como la se le dio a Silvano, es quedarse callado y negociar, como lo hacen siempre, las corruptelas. Una buena parte del gobierno actual es de Silvano, así que no habría problema para entenderse. No obstante, el exgobenador contraataca con toda la furia que le da la desvergüenza o el no sentir pena alguna por la cantidad de dislates y proyectos chiflados, excéntricos y desequilibrados que encabeza y promueve.
Ahora le ha dado por ser presidente de la república, como si los mexicanos fuéramos gentes sin conciencia, sin memoria y sin dignidad. Hay mucha locura en sus andanzas. ¿acaso no entiende que su partido el prd ya sólo existe en las prerrogativas que aún le quedan en el ine y que el pri y el pan jamás lo considerarían como un prospecto serio? Digo, no lo consideran, no porque a aquellos partidos en extinción les importe la imagen, la presencia, la capacidad y la contextura moral de un candidato, pues todos son iguales o peores en cuanto a corrupción, deshonestidad e inmoralidad se refiere. Lo que pasa es que, al pobre de Chucho Zambrano, por más que llore ya no le da para más en la triple entente de corruptos que se emprende entre la podrida clase política nacional.
Pobre Silvano, alguien debe decirle que aterrice un poco, como se dice popularmente. Su gran amor por México ya nadie se lo compra, ni siquiera entre ellos. ¿Qué va a decir muchas cosas y a exhibir a muchos sujetos de la clase política, compañeros de él, pero ahora en el gobierno? Pues sí, ¿y qué? ¿Acaso hay alguien que no sepa la clase política que tenemos? No, su rudeza en los hechos y en las palabras más bien busca que se amortigüe una posible mayor pesquisa por parte de algunos órganos que no dependen totalmente del gobierno del estado, porque como ya dijimos, el Fiscal carnal no haría nada en contra de su jefe, por eso lo puso ahí para que trascendiera su mandato. Opción remota, pero tal vez.
Hacerse propaganda como posible candidato presidencial no busca más que tender una cortina de humo y preparar las condiciones para, en su momento, poder decir, ‘se trata de una cacería de brujas’ o lo que ya dice en este momento, que, su popularidad está tan crecida, y va creciendo tanto, que por eso le colocan obstáculos. De risa, pero así es.
