Las juventudes enfrentan retos que las hacen vulnerables a la delincuencia, la violencia y la victimización. El deporte tiene el poder para disminuir factores.
Las juventudes enfrentan retos que las hacen vulnerables a la delincuencia, la violencia y la victimización. El deporte tiene el poder para disminuir factores de riesgo, pues éste:
- Promueve la adquisición de habilidades clave para la vida.
- Otorga un sentimiento de identidad y pertenencia.
- Mejora la salud física y mental.
- Destruye estereotipos y creencias nocivas relacionadas con la violencia y la delincuencia, incluida la violencia basada en género.
- Crea espacios seguros para que las juventudes locales interactúen de manera positiva.
El programa Juega, Vive de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) promueve el uso del deporte como una herramienta para reducir la violencia, desarrollar un pensamiento crítico, resolver problemas de forma pacífica y resistir las presiones sociales para participar en actividades delictivas.
Un cambio de vida: Jaime y Alice
Jaime, de 14 años, vive en el municipio de Querétaro, en un entorno vulnerable a la violencia y el delito. Sus padres se ausentaban continuamente por causa de su trabajo, por lo que Jaime se sentía solo y le costaba trabajo comunicarse. Pensaba continuamente en abandonar la escuela.
En el otro lado del mundo, Alice, de 15 años, vive en una zona rural desfavorecida de Nigeria. Se sentía incomprendida, pues desafortunadamente había experimentado un intento fallido de suicidio, bebía alcohol, tomaba somníferos y había intentado escaparse de casa en más de una ocasión.
Al descubrir su consumo de drogas, su padre amenazó con dejar de costear su educación, pues alegaba que ésta había sido inútil. Alejada de sus amigos, Alice se sentía cada vez más aislada.
En las escuelas de Jaime y de Alice se estaba implementando el programa Juega, Vive. Ambos formaron parte de las capacitaciones para aumentar su resistencia ante la violencia, la delincuencia y el consumo de drogas.
La iniciativa tocó una fibra sensible en Jaime: “Lo más significativo para mí al finalizar el programa fue la capacidad de comunicarme con las personas”. Una de las actividades que más recuerda es la de “aprender a dar y pedir ayuda”, porque pudo aplicar lo aprendido en su casa y ahora vive en armonía con su hermano mayor, con quien antes peleaba mucho. “Aprendí que no es necesario que hagamos todo solos, sino que el trabajo en equipo puede ser mejor”. Jaime ha hecho muchos amigos nuevos y cada vez se encuentra más entusiasmado de seguir sus estudios.
La Directora de la escuela de Jaime pensaba que Juega, Vive trataría sobre actividades de aprendizaje teórico, pero le sorprendió que sus conocimientos se apliquen en el día a día de las juventudes y que estos se volvieran más activos en el deporte: “Juega, Vive los motiva a ser mejores personas”, aseguró.
Alice, por su parte, recordó varias lecciones que le llamaron la atención durante el programa, entre ellas, una en la que los alumnos debían correr hacia el lado opuesto de la sala sin ser golpeados por pelotas que volaban en todas direcciones. Cada vez que eran golpeados, tenían que volver a empezar.
Al principio, Alice se sentía avergonzada cada vez que era golpeada por una pelota. Le recordaba a la vergüenza que había sentido frente a sus amigos después de que su padre denunciara en su escuela su consumo de drogas. “Tenía que volver a empezar”, dijo, pero “al final lo conseguí y eso me enseñó a no rendirme nunca”.
El programa Juega, Vive se aplica en México (Querétaro, Chiapas y Estado de México), Colombia, Nigeria, Egipto, Líbano, Libia, Palestina y Sudán, beneficiando a más de 5 000 jóvenes, niños y niñas en 2022.
Además, la campaña “El Deporte contra la Delincuencia: Divulgación, Resiliencia, Empoderamiento de Jóvenes en Situación de Riesgo”, desarrollada conjuntamente por UNODC y el Comité Olímpico Internacional (COI), apoyará aún más la integración del deporte en los marcos de prevención de la delincuencia juvenil y de justicia penal.
En este Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz, UNODC en México hace un llamado para potenciar el poder del deporte entre las juventudes para construir una sociedad más pacífica, sana y justa.