Denise Rossi, una mujer de California, ganó un importante premio de lotería en 1997 y decidió no compartirlo con nadie, incluyendo a su esposo Thomas. Por lo tanto, le ocultó su buena suerte a su marido y le pidió el divorcio sin darle mayores explicaciones.
Años después, Thomas se enteró de la verdad y decidió emprender acciones legales en contra de Denise, ya que, según las leyes de propiedad comunitaria de California, él tenía derecho a recibir la mitad del premio por haber estado casado con ella al momento de su triunfo.
Tras una audiencia e investigación, un juez de la corte familiar de Los Ángeles dictaminó que Denise había violado las leyes estatales de divulgación de activos y le ordenó dar todas sus ganancias a su exesposo. La mujer había declarado que había ocultado el dinero porque no quería que Thomas “lo pusiera en sus manos”.
En un intento por recuperar sus ganancias, Denise le dijo al juez que el boleto ganador había sido un regalo de un amigo, pero la decisión de la autoridad no cambió y se vio obligada a otorgarle todo su dinero. En resumen, la ambición de Denise por no compartir su premio de lotería con su esposo la llevó a perder todo su dinero y a enfrentar acciones legales por parte de su exmarido.