Morelia, Michoacán, 19 de julio de 2023.- El clima de desesperanza y descontento en Michoacán se ha agravado debido a la crítica situación entre los transportistas y el gobierno. El representante de la Comisión Reguladora del Transporte de Michoacán, José Trinidad Martínez Pasalagua, expresó su llamado desesperado al diálogo y la inclusión tras las polémicas declaraciones del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla durante la creación del Consejo Estatal de Movilidad y Seguridad Vial en el estado.
Desde que el actual gobernador asumió el poder, la relación con los transportistas ha ido en picada, generando una alarmante preocupación. Los transportistas denuncian un trato irrespetuoso y arbitrario por parte de Ramírez Bedolla, cuya actitud soberbia y represiva ha desencadenado un clima de inseguridad y violencia en toda la región.
Lamentablemente, los intentos de los transportistas por entablar un diálogo constructivo con el gobierno han sido en vano. El gobernador ha cerrado sus puertas a sus legítimas preocupaciones y demandas relacionadas con proyectos ocultos como el metrobús y el cablebús, que, según ellos, solo benefician a allegados inversionistas vinculados al coordinador del gabinete económico Isidoro Ruiz Argaiz. A costa de la pérdida de empleos y concesiones de los transportistas, estos programas parecen ser solo negocios lucrativos para unos pocos.
Los transportistas han denunciado públicamente que estos proyectos son inasequibles para la población y, además, inviables para las ciudades de Morelia y Uruapan, lo que aumenta su preocupación y descontento ante la indiferencia gubernamental.
Otra fuente de profunda preocupación es la Ley de Movilidad y Seguridad Vial de Michoacán, que fue elaborada sin el consenso de los transportistas ni la sociedad en general. A pesar de los foros que aparentaban ser espacios de diálogo y propuestas, las voces de los transportistas fueron ignoradas, y la ley fue impuesta por el gobernador con la complicidad de legisladores supuestamente influenciados por el poder ejecutivo.
La reciente creación del Consejo Estatal de Movilidad y Seguridad Vial sin la participación de los transportistas ha profundizado aún más la brecha entre ambas partes. Los transportistas, que cuentan con una vasta experiencia y conocimientos valiosos para mejorar el sistema de transporte, se sienten excluidos y despreciados por el gobernador.
En lugar de mostrar empatía y escuchar las inquietudes legítimas, el gobernador ha adoptado una actitud descalificativa y soberbia en sus apariciones ante los medios. En lugar de reconocer sus demandas y defender sus derechos constitucionales, los transportistas son menospreciados y tachados de no ser serios.
Ante esta situación, los transportistas hacen un último llamado al gobernador Alfredo Ramírez Bedolla para reconsiderar su postura y abrir un espacio de diálogo inclusivo. El objetivo es encontrar soluciones equitativas y beneficiosas para ambas partes y, sobre todo, para el bienestar de los habitantes de Michoacán.
Sin embargo, la desconfianza prevalece entre los transportistas, quienes insisten en que lucharán por sus derechos legítimos y se opondrán a cualquier proyecto que perjudique sus intereses. La desesperanza y el pesimismo son palpables en el futuro de Michoacán, mientras el gobierno parece mantener una postura inflexible y alejada de la realidad.
Se espera que el gobernador tome decisiones con apertura y responsabilidad, considerando el impacto en la sociedad y el bienestar futuro de Michoacán. Pero la situación parece sombría y compleja, y la incertidumbre y el descontento siguen en aumento en la región.
