Morelia, Michoacán, 17 agosto 2024.- El Gobierno de Michoacán, en un esfuerzo que suena más a un ejercicio de justificación de gastos que a un verdadero plan de desarrollo, ha decidido invertir casi 5 mil millones de pesos en obras de infraestructura en Morelia. Aunque la intención es beneficiar a un millón de habitantes, los resultados podrían no estar a la altura de las expectativas generadas.
La Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (SCOP) ha estado ocupada construyendo distribuidores viales para aliviar el tráfico en las salidas a Salamanca y Mil Cumbres, y, para el futuro, planea más obras en las salidas a Pátzcuaro y cerca del mercado de abastos. Pero, dado el ritmo y la eficiencia con la que suelen avanzar estos proyectos, no sería sorprendente si estos nuevos distribuidores se convierten en el nuevo símbolo de la burocracia interminable.
En cuanto al libramiento de Morelia, el mantenimiento está en marcha, con un avance del 78% en sus 26 kilómetros. El ramal Camelinas está recibiendo atención, con la adición de cámaras de videovigilancia y wifi, un intento de modernizar la zona que, en la práctica, puede no hacer mucho para mejorar la experiencia diaria de los conductores atrapados en el tráfico. Y aunque la administración promete cero baches en los carriles centrales, esta garantía suena más como una declaración política que una realidad tangible, considerando la velocidad con la que se forman nuevos baches.
La construcción del nuevo libramiento de Morelia y el paso superior vehicular de Villas del Pedregal se presentan como los grandes proyectos de modernización. Sin embargo, en el pasado, estos anuncios suelen ser seguidos por retrasos interminables y sobrecostos. La propuesta de conectar Pátzcuaro y Quiroga a través de una nueva vialidad de 13 kilómetros es otra promesa ambiciosa que se suma a una lista de promesas de modernización que raramente cumplen su objetivo a tiempo.
En términos de obra pública, la construcción del Centro de Asistencia Social del Sistema DIF Michoacán y las mejoras en la Casa Hogar Viva los Niños son un intento de ofrecer apoyo a los menores en situación vulnerable. Sin embargo, con solo 60 niños beneficiados por el nuevo centro y 89 más recibiendo mejoras en sus instalaciones, es difícil no preguntarse si estos esfuerzos son suficientes para abordar los problemas más amplios que enfrentan estas instituciones.
En el ámbito educativo, el incremento de la infraestructura en la UMSNH y otras facultades suena bien en teoría. No obstante, la historia ha demostrado que las nuevas construcciones y ampliaciones muchas veces no se traducen en una mejora inmediata en la calidad educativa. La tercera etapa del edificio de posgrados y las nuevas instalaciones pueden parecer prometedoras, pero si no se acompaña de una mejora real en el contenido y la metodología educativa, poco cambiará en la experiencia de los estudiantes.
En resumen, mientras el Gobierno Estatal se enorgullece de su aparente inversión en el desarrollo de Morelia, la realidad podría ser una acumulación de proyectos incompletos, gastos innecesarios y promesas no cumplidas. La idea de no generar deuda es un bonito concepto, pero no debería ser el principal criterio para juzgar el éxito de estas inversiones.
