Morelia, Mich. 18 noviembre 2024..- En varias comunidades de Michoacán, es una triste realidad ver a perros vagando por las calles, sin dueño ni esperanza, expuestos a peligros y enfermedades. En la comunidad de Ihuatzio, este fenómeno ha alcanzado niveles alarmantes, con perros en condiciones de abandono, algunos incluso atropellados por automovilistas irresponsables, otros maltratados por la indiferencia de una sociedad que parece haber olvidado la responsabilidad que implica tener una mascota.
Recientemente, se ha hecho viral el caso de una perrita en estado de gestación que fue vista vagando por las calles de Ihuatzio. La pequeña, desnutrida y asustada, no solo representaba una triste imagen de abandono, sino también el reflejo de un problema mucho mayor: el descuido y el abandono sistemático de los animales en comunidades rurales y urbanas de la región. Esta escena, aunque desgarradora, no es un caso aislado, sino parte de una problemática estructural que afecta a muchos animales en la región.
Una sociedad indiferente al sufrimiento animal
En muchas de las calles de Ihuatzio, como en otros puntos de Michoacán, los perros abandonados se han convertido en una presencia común. La falta de controles sobre la tenencia responsable de mascotas, la escasa educación sobre el cuidado animal y la ausencia de políticas públicas eficaces han hecho de estos animales víctimas de la desidia humana. Los perros, que alguna vez tuvieron un hogar, se ven ahora desplazados, buscando comida entre la basura y evitando el peligro de los vehículos que los atropellan, a menudo sin que nadie se detenga a ayudar.
Lic. Rosa Urbina, defensora de los derechos de los animales y activista en la región, expresó su preocupación por esta situación y dejó claro que “no son de la calle, son nuestros”. Según Urbina, este fenómeno no es algo que deba ser normalizado ni mucho menos ignorado. “Los perros no nacen para vivir en la calle, no es su naturaleza. Son animales que, como cualquier ser vivo, dependen de nosotros para sobrevivir. No son animales salvajes, son nuestros, y como sociedad tenemos la obligación de cuidarlos”, comentó la activista.
El impacto de la falta de responsabilidad en la tenencia de mascotas
El abandono de perros no solo tiene consecuencias inmediatas para los animales, sino que también impacta la salud pública y el bienestar comunitario. Los perros callejeros, al no tener acceso a atención veterinaria, son propensos a enfermedades, parásitos y malformaciones, lo que aumenta el riesgo de contagio a otras especies, incluidas las personas. Además, muchos de estos perros son maltratados por la violencia de la calle y, en ocasiones, por la misma sociedad, lo que agrava su sufrimiento.
Otro problema asociado con la falta de control sobre la población animal es la sobrepoblación de perros callejeros. Las perras en estado de gestación, como la que fue vista en Ihuatzio, siguen pariendo en la calle, lo que contribuye a un ciclo interminable de animales sin hogar. Las camadas de cachorros, en muchos casos, no sobreviven o se unen a la masa de perros sin dueño, perpetuando el problema.
Llamado a la acción: Educar y tomar responsabilidad
La situación en Ihuatzio es solo un ejemplo de la grave problemática que se enfrenta en muchas comunidades de Michoacán y otras partes del país. A medida que el número de perros callejeros aumenta, también lo hace la necesidad de una respuesta más efectiva tanto de la ciudadanía como de las autoridades.
Para Lic. Rosa Urbina, es esencial que la sociedad comprenda la importancia de la tenencia responsable de mascotas. “Adoptar un perro no es una moda ni un capricho. Es un compromiso de por vida. Si no podemos mantener a una mascota, debemos ser responsables y buscar alternativas como la adopción o la esterilización, en lugar de abandonarlos”, añadió.
En este sentido, Urbina destacó la necesidad urgente de campañas de educación en las comunidades rurales y urbanas, para sensibilizar a la población sobre la importancia del bienestar animal y las consecuencias del abandono. Además, instó a las autoridades a implementar políticas más estrictas de control y protección animal, como la promoción de la esterilización masiva y la creación de refugios adecuados para animales abandonados.
El papel de la comunidad en el cambio
Además de las medidas gubernamentales y las campañas de concientización, también es crucial el papel de la comunidad local. Los habitantes de Ihuatzio, al igual que en otras comunidades, deben comprender que los perros en la calle no son una problemática ajena, sino un reflejo de la falta de responsabilidad colectiva. Cada uno de nosotros tiene un papel en la solución, ya sea cuidando a nuestras mascotas, adoptando de refugios, apoyando campañas de esterilización o simplemente denunciando casos de maltrato o abandono.
Para quienes ya han tomado el compromiso de cuidar a un animal, es fundamental también fomentar una cultura de respeto y protección hacia los animales, y educar a los más jóvenes sobre la importancia de ser una sociedad responsable con sus mascotas.
Conclusión
El caso de la perrita en estado de gestación en Ihuatzio es solo una de las muchas historias tristes de abandono y maltrato animal que ocurren en Michoacán. Esta situación refleja la necesidad urgente de cambiar nuestra visión hacia los animales de compañía y asumir nuestra responsabilidad como sociedad. Los perros no son de la calle, son de una sociedad que ha fallado en cumplir con su deber de protegerlos. Es tiempo de actuar, educar y tomar las riendas de una verdadera cultura de respeto y amor por los animales. Si no cambiamos ahora, el sufrimiento de muchos más animales será inevitable.
