Gobierno digital en Michoacán sueño de una noche de verano

Por Miguel A. Villa Juárez.

La reciente iniciativa de reforma constitucional en Michoacán, que busca establecer la obligatoriedad del Gobierno Digital en todas las instituciones gubernamentales, ha sido presentada como un avance hacia la modernización y eficiencia administrativa. Sin embargo, es crucial analizar críticamente sus implicaciones, desafíos y posibles limitaciones para comprender plenamente su impacto en la sociedad michoacana.

Objetivos declarados de la reforma

El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla ha destacado que esta iniciativa pretende:

Eficientizar el uso de recursos públicos: Mediante la digitalización de trámites y servicios, se busca reducir costos operativos y optimizar el gasto gubernamental.

Fortalecer la participación ciudadana: Facilitando el acceso a servicios y promoviendo una mayor interacción entre la ciudadanía y las instituciones.

Automatizar y digitalizar procesos: Con el fin de agilizar procedimientos y reducir la burocracia.

Combatir la corrupción: A través de la transparencia que ofrece la digitalización, se pretende minimizar las oportunidades de actos corruptos.

Fortalecer la transparencia y rendición de cuentas: Haciendo más accesible la información y los procesos gubernamentales para el escrutinio público.

Estos objetivos, en teoría, representan avances significativos hacia un gobierno más abierto y eficiente. No obstante, la implementación práctica de estos ideales enfrenta múltiples desafíos.

Panorama de los servicios financieros en Michoacán

La inclusión financiera es un componente esencial para el éxito de cualquier iniciativa de gobierno digital. En Michoacán, la penetración de servicios financieros ha mostrado avances, pero persisten desafíos notables:

Uso de tarjetas bancarias: Según datos de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), durante el periodo de enero a septiembre de 2023, los productos financieros más reclamados en Michoacán fueron la tarjeta de crédito y la tarjeta de débito, representando en conjunto una proporción significativa de las 6,577 reclamaciones registradas en el estado.

Acceso a infraestructura financiera: Aunque ha habido un crecimiento en la infraestructura bancaria, las zonas rurales y comunidades indígenas aún enfrentan limitaciones en el acceso a sucursales bancarias, cajeros automáticos y corresponsales, lo que dificulta la inclusión financiera plena.

Desafíos y consideraciones críticas

1. Brecha digital y acceso desigual a la tecnología

Michoacán enfrenta una marcada desigualdad en el acceso a tecnologías de la información. Zonas rurales y comunidades marginadas a menudo carecen de infraestructura adecuada, como conexión a internet de calidad o dispositivos tecnológicos. Implementar un sistema de gobierno digital sin abordar previamente estas disparidades podría exacerbar la exclusión de sectores vulnerables, limitando su acceso a servicios básicos y aumentando la brecha socioeconómica.

2. Capacitación y adaptación del personal gubernamental

La transición hacia un gobierno digital requiere que el personal administrativo posea competencias digitales adecuadas. Sin programas de capacitación efectivos y continuos, existe el riesgo de que los empleados actuales no se adapten a las nuevas herramientas y procesos, lo que podría generar ineficiencias y resistencia al cambio.

3. Inversión y sostenibilidad financiera

Aunque la digitalización promete ahorros a largo plazo, la implementación inicial demanda inversiones significativas en infraestructura tecnológica, desarrollo de plataformas seguras y capacitación de personal. En un contexto de limitaciones presupuestarias, es fundamental evaluar si el estado cuenta con los recursos necesarios para sostener este proyecto sin desatender otras áreas prioritarias.

4. Seguridad de la información y protección de datos

La digitalización conlleva la recopilación y gestión de grandes volúmenes de datos sensibles de los ciudadanos. Sin una infraestructura robusta de ciberseguridad y normativas claras sobre protección de datos, existe el riesgo de vulneraciones que podrían comprometer la privacidad de los individuos y la confianza en las instituciones.

5. Resistencia al cambio y cultura organizacional

La implementación de un gobierno digital no solo implica cambios tecnológicos, sino también transformaciones en la cultura organizacional. La resistencia al cambio por parte de funcionarios y ciudadanos puede obstaculizar la adopción efectiva de nuevas plataformas y procesos. Es esencial desarrollar estrategias de gestión del cambio que incluyan comunicación efectiva, participación de los actores involucrados y demostración clara de los beneficios tangibles de la digitalización.

 

Reacciones y perspectivas diversas

Mientras las autoridades estatales promueven la reforma como un paso hacia la modernización, no todas las voces coinciden con este entusiasmo. El Sindicato de Trabajadores al Servicio del Poder Ejecutivo (STASPE) ha manifestado su rechazo a la iniciativa, argumentando posibles afectaciones laborales y la falta de consulta previa a los trabajadores. Esta oposición refleja la necesidad de un diálogo inclusivo que considere las preocupaciones de todos los sectores involucrados.

Conclusión

La iniciativa de reforma constitucional para establecer un gobierno digital en Michoacán representa una oportunidad para modernizar la administración pública y mejorar la relación entre el estado y sus ciudadanos. Sin embargo, su éxito dependerá de la capacidad para abordar críticamente los desafíos mencionados, garantizar una implementación inclusiva y sostenible, y fomentar una cultura de transparencia y confianza. Solo mediante un enfoque integral que contemple las realidades socioeconómicas y tecnológicas de la región se podrá asegurar que esta transformación digital beneficie a toda la población michoacana.