Apatzingán, Mich. 23 abril 2025 — El terror se apoderó una vez más de la Tierra Caliente, cuando elementos del Ejército Mexicano y la Guardia Civil localizaron una peligrosa trampa mortal: 68 explosivos improvisados ocultos en un camino rural de la temida localidad de Los Hornos. La operación, calificada por autoridades como una acción de alto riesgo, evitó una tragedia de grandes dimensiones.
Pero eso no fue todo. Mientras las fuerzas del orden se jugaban la vida desactivando los artefactos, cinco drones presuntamente operados por células criminales comenzaron a sobrevolar la zona, aparentemente con fines de vigilancia y contraataque. Los equipos tecnológicos de las fuerzas armadas lograron inhibir las señales y frustrar la operación aérea del crimen.
Los explosivos —verdaderas armas de guerra camufladas— medían entre 35 y 55 centímetros, y contenían pólvora, clavos, vidrios y otros fragmentos diseñados para causar daño indiscriminado. Una camioneta Dodge RAM con reporte de robo también fue asegurada en el operativo, lo que refuerza las sospechas de que la zona sigue siendo un bastión activo del crimen organizado.
Las autoridades no han reportado detenidos hasta el momento, pero fuentes extraoficiales aseguran que se trató de un intento por sembrar el terror en la región, que sigue siendo un punto crítico en la lucha contra el narcotráfico.
La tensión no da tregua en Michoacán, y este nuevo hallazgo solo confirma que el estado sigue siendo un polvorín a punto de estallar.