Por Cristóbal Hernández Netro, Corresponsal para PULSO MICHOACANO
Ciudad del Vaticano, 27 abril 2025.– La presencia de México se hizo sentir en el corazón de la cristiandad. Monseñor Ramón Castro Castro, Presidente del Consejo del Episcopado Mexicano y actual Obispo de Cuernavaca, asistió a las solemnes exequias del Papa Francisco, celebradas en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, en una ceremonia histórica que reunió a fieles y jerarcas de todo el mundo.
En un momento de profunda reflexión y recogimiento para la Iglesia Católica, Monseñor Castro compartió en sus redes sociales un emotivo mensaje acompañado de cuatro fotografías que capturaron instantes significativos de esta jornada de duelo mundial:
“Dios nuestro, Padre bueno, gracias porque tu amor se ha hecho presente en el mundo entero y en nuestros hermanos; hoy juntos te damos gracias por la vida de este sucesor de Pedro, pastor incansable, testigo valiente del Evangelio, hombre de paz. Recíbelo en tu Reino.”
El Obispo mexicano, quien ha destacado por su cercanía con el pueblo y su firme postura en temas sociales, se unió así a miles de voces que, desde distintas latitudes, expresaron gratitud por la vida y obra del Papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano de la historia y figura transformadora dentro de la Iglesia.
Durante la ceremonia, el ambiente fue de un profundo respeto y esperanza. Delegaciones episcopales de todos los continentes, representantes de otras confesiones religiosas, jefes de Estado y miles de fieles de a pie se congregaron para despedir al Papa que, desde su elección en 2013, dejó una huella imborrable en el mundo a través de su mensaje de misericordia, justicia social y cuidado de la “casa común”.
La participación de Monseñor Ramón Castro no solo representa a la Iglesia mexicana en esta ocasión crucial, sino también subraya su papel como figura de unidad y testimonio de la fe en momentos de cambio. Con su mensaje sencillo pero lleno de esperanza, recordó la esencia del pontificado de Francisco: la humildad, la compasión y el servicio desinteresado.
La partida del Papa Francisco marca el fin de una era para la Iglesia y plantea nuevos retos para el futuro. Mientras tanto, las palabras y presencia de líderes como Monseñor Castro inspiran a los católicos a mantener vivo el legado de un pontífice que, hasta su último aliento, buscó “tender puentes y no levantar muros”.
México, a través de su representante en el Episcopado, rindió homenaje a un hombre que será recordado como “pastor de la paz” y “testigo valiente del Evangelio”.