La Iglesia llama a dignificar el trabajo y proteger al trabajador en México: Pronunciamiento del Episcopado Mexicano en el Día del Trabajo

Por Cristóbal Hernández Netro, Corresponsal para Pulso Michoacano

Ciudad de México, 30 de abril de 2025.— En vísperas del Día Internacional del Trabajo, el Consejo del Episcopado Mexicano (CEM) emitió un importante comunicado dirigido a la nación, en el que hace un llamado urgente a dignificar el trabajo humano, defender los derechos laborales y construir una economía más justa, fraterna y solidaria.

El mensaje fue presentado por el Presidente del CEM, Monseñor Ramón Castro Castro, Obispo de Cuernavaca; el Secretario General, Monseñor Héctor Mario Pérez Villarreal, Obispo Auxiliar de México; y Monseñor Joel Ocampo Gorostieta, Obispo de Ciudad Altamirano y Responsable de la Dimensión Episcopal de Pastoral del Trabajo.

La Iglesia Católica, a través del Consejo, expresó su profunda preocupación por las condiciones laborales de millones de mexicanos que enfrentan la precariedad, la informalidad, los bajos salarios y la falta de seguridad social. En su mensaje, los obispos recordaron que el trabajo no debe entenderse solo como una fuente de ingresos, sino como una expresión de la dignidad humana, un medio para la realización personal y un pilar esencial para la construcción del bien común.

“Hoy más que nunca, es necesario que el trabajo esté al servicio de la vida y no al revés. No podemos permitir que el trabajador sea reducido a una pieza descartable del engranaje económico”, señaló Monseñor Castro Castro.

El comunicado subraya también la creciente desigualdad económica que persiste en el país, así como las consecuencias de la automatización, la migración laboral forzada y la desprotección de los trabajadores del campo y los sectores más vulnerables.

A través de su Pastoral del Trabajo, la Iglesia reafirmó su compromiso de acompañar a las trabajadoras y trabajadores, así como de promover una cultura del trabajo decente, basada en la justicia social y el respeto a los derechos humanos.

Asimismo, el Episcopado Mexicano instó a los empleadores, al sector empresarial y a las autoridades gubernamentales a fomentar políticas laborales inclusivas y sostenibles, que garanticen el acceso a empleos formales, equitativos y con prestaciones dignas.

En palabras de Monseñor Joel Ocampo, “la justicia laboral no es solo una aspiración ética, sino una condición indispensable para la paz social. Las estructuras económicas deben centrarse en la persona humana, no en la ganancia desmedida”.

Finalmente, los obispos exhortaron a los fieles católicos a orar y actuar en favor de una economía de comunión, donde el trabajo se convierta en un espacio de solidaridad y no de explotación.

Este pronunciamiento llega en un momento clave para la reflexión nacional sobre el futuro del trabajo en México, recordando que el 1º de mayo no solo conmemora luchas históricas, sino que representa una oportunidad para renovar el compromiso por una sociedad más justa y fraterna.