Por M. Ángel Villa Juárez
Morelia, Mich. 09 de junio de 2025.- El mero infierno se soltó en la sierra brava de Michoacán cuando un comando de mercenarios colombianos, curtidos en guerra sucia y entrenados como perros de combate, le tiraron con todo a un convoy del Ejército Mexicano. Usaron minas, bombas y hasta el diablo en polvo. ¿El saldo? Ocho soldados hechos pedazos. Literal.
Y no eran matones cualquiera. El cónsul general de Colombia en México, Alfredo Molano, lo soltó sin anestesia: estos cabrones son exmilitares de élite, con años de plomo encima y un colmillo que corta. Reclutados por el narco mexicano, cruzaron la frontera para sembrar puro terror.
Los datos que te ponen la piel helada:
- De once colombianos detenidos, nueve traían charola de las Fuerzas Armadas de Colombia. Expertos en guerra de monte, minas y matar sin hacer ruido.
- Sabían armar una bomba con lo que te sobró del súper. Todo aprendido en la guerra contra las FARC.
- A varios los trajeron con cuentos de trabajo legal, pero los encañonaron apenas pisaron tierra mexicana: o mataban, o los mataban.
La red sucia del reclutamiento narco:
- Chamba fantasma: Les prometen lana y vida tranquila; llegan y los ponen a descuartizar.
- Trata con fusiles: Caen en esclavitud con rifle en mano. Ya ni soñar con volver a su tierra.
- ¿Quién los contrata? El CJNG primero fue señalado, pero luego un narcomensaje se lavó las manos. Aun así, en la calle se sabe: los narcos quieren mercenarios extranjeros, porque les vale madre todo y son más crueles que los halcones de casa.
Gobierno sordo, ciego y mudo
Mientras los altos mandos se tiran discursos y firman papelitos, los sicarios de exportación ya se andan paseando por todo el país. Nadie explica cómo pasaron la frontera, ni quién los está untando de billetes. ¿Y cuántos más andan sueltos?
Y pa’ acabarla de amolar: las minas ya no son solo cosa de Michoacán. Se están regando como culebra venenosa por otros estados. Caminos minados, trampas en las ciudades, miedo en cada esquina.