Por M. Ángel Villa Juárez
Morelia, Mich. 9 de junio de 2025.- El pasado sábado por la mañana, la capital michoacana fue testigo de una protesta en la avenida Escuadrón 201. Un grupo de operadores y concesionarios de unidades de transporte turístico decidieron realizar una manifestación en el acceso principal de la Guardia Nacional División Caminos. Con pancartas, gritos y mucha indignación, los manifestantes exigían la liberación de dos camiones turísticos que, según afirman, fueron retenidos de forma ilegal por las autoridades federales.
Según los reportes policiales, la protesta se realizó de manera pacífica, sin incidentes mayores, pero la molestia de los involucrados era evidente. Los transportistas aseguran que sus unidades fueron aseguradas de manera arbitraria el pasado viernes por las fuerzas federales en la carretera Morelia-Salamanca, en un punto cercano a la comunidad de El Carrizal, en el municipio de Tarímbaro. Las dos unidades fueron trasladadas a un corralón, situación que no fue tomada nada bien por la asociación Transporte Nacionales Unidos de Turismo, que agrupa a decenas concesionarios y operadores de transporte turístico de la región.
“Nos pararon sin razón, no nos dieron explicaciones, y ahora nuestros camiones están secuestrados. Sólo queremos trabajar y ofrecer nuestros servicios a los turistas”, mencionó uno de los operadores que, visiblemente molesto, se unió a la manifestación. Otros compañeros expresaron el mismo sentimiento, señalando que el hecho de que las autoridades no les proporcionaran detalles sobre la causa del aseguramiento de las unidades aumentó su frustración.
Los transportistas argumentan que la retención de sus camiones fue completamente injustificada y piden a las autoridades federales que den una explicación clara sobre lo sucedido. En el lugar, varios de los manifestantes también señalaron que, en ocasiones anteriores, han sido víctimas de actos similares, lo que ha generado un clima de desconfianza hacia las autoridades.
La situación se complicó aún más cuando algunos de los concesionarios presentes en la manifestación afirmaron que, además del perjuicio económico que les representa el no poder operar sus camiones, esta retención arbitraria pone en riesgo la fuente de empleo de decenas de familias que dependen del turismo en la región. “Nos están matando, no sólo a nosotros como empresarios, sino a todo el sector. Sin los camiones, no hay trabajo, no hay sustento”, dijo uno de los concesionarios, alzando la voz en un claro tono de desesperación.
El incidente ha puesto en evidencia una vez más la tensa relación que existe entre los transportistas turísticos y las fuerzas federales en Michoacán. En un estado donde la inseguridad y los conflictos entre distintos grupos de poder se han vuelto el pan de cada día, los transportistas ahora también enfrentan la incertidumbre de la actuación de las autoridades, quienes a veces parecen más parte del problema que de la solución.