Por M. Ángel Villa Juárez
Morelia, Mich., 15 de junio de 2025.- ¡Se armó la gorda en gringolandia! Cientos de miles, y según los que movieron el pandero, millones de almas, salieron a gritarle en la jeta a Trump que en Estados Unidos no hay trono pa’ ningún tirano. Las pancartas, tambores y consignas tronaron de costa a costa en lo que llamaron el “No Kings Day”, un fiestón de protesta con más barrio que la Casa Blanca misma.
Nueva York, Los Ángeles, San Francisco, Chicago, Atlanta, hasta los pueblos más chiquitos como Adrian, Michigan, se unieron a la pachanga de resistencia. ¿El mensaje? “Ni reyes, ni fuhrers, ni dictadores… ¡váyase de aquí, señor Trump!”
Mientras tanto, el señor del copetazo dorado aprovechó el 250 aniversario del ejército gringo para hacerse su pachanga de cumpleaños 79, con tanques, helicópteros y más de seis mil soldados marchando en su honor. ¿La democracia? Bien, gracias. Porque el desfile parecía más sacado de una dictadura que de la tierra del “libre mercado”.
“Esto no es patriotismo, es un desfile de poder pa’ el ego del jefe naranja”, soltó Naveed Shah, veterano del Army y líder de Common Defense. Y no fue el único. Hasta Martin Luther King III se sumó a la bola, diciendo que no van a dejar morir a la democracia mientras el presi juega a ser emperador.
En la Gran Manzana, la banda marchó por la Quinta Avenida como si fuera carnaval, gritando “We’re not gonna take it!”, rola icónica de Twisted Sister, mientras tronaban los metales y ondeaban carteles que decían cosas como “Fuck ICE”, “Larga vida a la resistencia” y “La única minoría que destruye este país es la de los multimillonarios”.
En otros lados, las consignas eran igual de sabrosas: “Chinga tu migra. ¡Viva la raza!” se leyó en Adrian, Michigan, mientras en Westport, Connecticut, se negaban a los reyes, a los dictadores y hasta al Fuhrer.
Y Trump, fiel a su estilo, se hizo el chistoso. Que no es rey, que todo le cuesta mucho en el Congreso… pero no se le olvida que en febrero tuiteó “Larga vida al rey” hablando de sí mismo. Como quien se pone la corona solo. Y pa’ rematar, se aventó la amenaza: “Si protestan mi fiesta, se topan con fuerza bruta”.
La neta, el desmadre de ayer no fue cualquier cosa. Fue el grito más fuerte y más ruidoso que ha recibido Trump en lo que va de su segundo mandato. Desde cada esquina del país, le dejaron claro: aquí no hay reyes, compa. Y si lo intenta, se va a topar con pueblo.
¡Y eso que no era lunes!