Por M. Angel Villa Juárez
Morelia, Mich., 17 de junio de 2025.- Aunque el plato fuerte se le desvaneció de la mesa —la esperada reunión con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump—, la presidenta Claudia Sheinbaum no se quedó cruzada de brazos y siguió firme con su agenda en la Cumbre del G7, echándole verbo a los peces gordos de la política global.
Trump, fiel a su estilo volátil, pegó la espantada del encuentro por la crisis en Medio Oriente, dejando plantada a la presidenta mexicana que ya tenía lista su corbata diplomática. Aun así, Sheinbaum no perdió el paso y este martes se dejó ver bien puesta en la Foto Oficial del G7, rodeada de líderes internacionales como Ursula von der Leyen y António Costa, con quienes también tuvo su respectivo tú a tú.
Más tarde se echó una plática con el mero mero de India, Narendra Modi, y ya entrada en calor, se fue al pleno de la reunión donde, dicen desde la Coordinación de Comunicación Social, soltará un “posicionamiento importante” que seguramente buscará poner el nombre de México en boca de todos.
Como parte de su tour diplomático, Sheinbaum también se verá con el canciller alemán Friedrich Merz, y para cerrar con broche del norte, tendrá bilaterales con Mark Carney, primer ministro de Canadá, antes de agarrar maletas rumbo al Aeropuerto de Calgary y subirse a un vuelo comercial de regreso a la capital mexicana.
Aunque el rostro naranja de Trump brilló por su ausencia, Claudia no se achicopaló. Siguió haciendo su chamba, metida entre los grandes y empujando la silla para que México tenga voz propia entre las potencias del mundo. ¿Quién dijo que sin el gabacho no hay fiesta?