Por M. Angel Villa Juárez
Morelia, Mich. 22 de junio de 2025.- La red social X —antes conocida como Twitter— se convirtió en el centro de un rifirrafe político cuando Karla Estrella, ama de casa y usuaria, fue sancionada por el Instituto Nacional Electoral (INE) tras publicar un mensaje cuestionando la candidatura de una mujer vinculada con su esposo, un diputado en funciones.
El comentario de Karla decía: “Así estaría el berrinche de @XXXX para que incluyeran a su esposa, que tuvieron que desmadrar las fórmulas para darle una candidatura. Cero pruebas y cero dudas”. Pero para el INE, la publicación implicaba violencia política de género, por lo que le impuso varias sanciones: retiro inmediato del mensaje, disculpas públicas diarias durante un mes, multa económica, lectura obligatoria sobre lenguaje no sexista, curso en materia de género, publicación de la sentencia en su perfil y la inscripción en el Registro Nacional de Personas Sancionadas por 18 meses.
Sin embargo, esta medida ha encendido una polémica que no baja. El Consejo Nacional de Litigio Estratégico salió al quite, denunciando que Karla no usó lenguaje ofensivo ni negó derechos por género, sino que simplemente opinó sobre la política y las candidaturas, señalando un vínculo personal. Para ellos, el INE interpretó la crítica como violencia a partir de un supuesto “comentario implícito”, y esto abre la puerta a que se limiten la libertad de expresión y el derecho a cuestionar a figuras públicas.
“El modelo sancionador está roto: usa criterios ambiguos que no distinguen entre crítica legítima y violencia real, lo que facilita la censura y protege al poder de la gente que opina,” alertaron.
Así, la batalla sigue: ¿protección contra violencia o freno al debate público? En el medio, Karla y todos los que quieren opinar sin miedo al poder.