Por M. Ángel Villa Juárez
Morelia, Mich. 25 de junio de 2025..- Agárrese porque el teatro viene con todo, pero de a uno por uno. Este julio se pone buena la cosa en Morelia y Zamora, con la llegada del Festival de Monólogos: Teatro a Una Sola Voz, que en su vigésima edición trae siete propuestas escénicas cargadas de netas, emociones y pura entrega al escenario.
Del 6 al 12 de julio, los teatros Melchor Ocampo y Obrero se van a llenar de historias que le sacan la risa, le pican la conciencia y le dejan el corazón en la mano. Todo con una sola voz por obra, pero con mensajes que retumban como si fueran mil.
La cosa arranca el domingo 6 en Morelia con “¿Duermen los peces?” de Ánima Escénica (Jalisco), que se mete en los terrenos del duelo infantil. El lunes 7 se sube al escenario la michoacana “Eréndira la imposible”, que viene con todo a romper el mito de la mujer silenciada, enfrentando patriarcado y colonia con la pura palabra.
El jueves 10, toca turno a “El día que el mundo se llenó de tortugas” (Veracruz), una de títeres con poesía, humor y buena vibra. Y el sábado 12, el cabaret toma la batuta con “Historias amorosas no tan ejemplares”, un sarao que mete el dedo en las contradicciones del deseo y el machismo.
Mientras tanto, en Zamora, el martes 8, se presenta “Memorias de asteroides y sirenas”, una obra desde Sonora que escarba en la niñez dolida. El miércoles 9, llega “Un perro llamado Modigliani”, que mezcla arte y drama inspirado en el pintor maldito y el dramaturgo Bohórquez.
El gran cierre será el viernes 12 con “Alcanzar el corazón”, una pieza de clown y magia que cuestiona el amor de catálogo y le da espacio a otras formas de sentir.
Este festival lo arman el INBAL, la Coordinación Nacional de Teatro, el Gobierno del Estado y la Secretaría de Cultura de Michoacán, y es de esos eventos que no se cobran ni se olvidan: todas las funciones son gratis, y cualquiera puede ir, nomás con ganas de dejarse llevar.
Así que ya sabe, si anda buscando teatro sin poses ni posesía, este festival es pa’ usted. Una sola voz, sí… pero con eco pa’ rato.