Por M. Ángel Villa Juárez
Morelia, Mich. 28 de junio de 2025.- Morelia, Mich.- En plena rueda de prensa de alto rango, la Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán se aventó la puntada de asegurar que los homicidios dolosos en el estado han bajado un 59.85% desde que arrancó esta administración en octubre de 2021. Según el secretario Juan Carlos Oseguera Cortés, de 8.3 ejecutados diarios ahora andamos en 3.4. Eso dijeron.
Con toda la plana mayor en el templete —incluyendo al secretario de Gobierno Carlos Torres Piña, el fiscal Adrián López Solís, y los mandos de la 21 Zona Militar y la Guardia Nacional— soltaron cifras como si fueran buenas nuevas: que de 259 muertes en un mes bajaron a 104, y que de enero a junio de este año van 171 asesinatos menos que en el mismo periodo de 2024.
“Es resultado de la estrategia interinstitucional”, dijo muy serio el jefe de la SSP. O sea, que según ellos sí sirve el operativo conjunto con la Sedena, la FGR, la Fiscalía estatal y las policías municipales, aunque en la calle la gente todavía anda con miedo, y las balaceras siguen cayendo como tormenta en temporada de aguas.
Oseguera asegura que la tendencia es a la baja, pero no todos se tragan el cuento completo. Porque mientras las gráficas se ven bonitas en las pantallas, en varias colonias el único que entra sin miedo es el repartidor de gas. Y los vecinos no dejan de reportar que la cosa está igual o peor en algunas zonas calientes.
Así las cuentas alegres del gobierno, que presume reducción pero sin mostrar a detalle dónde y cómo le están bajando al calor del plomo. Por lo pronto, la raza sigue diciendo que si eso es bajar, entonces que no nos digan cómo se ve cuando sube. Porque en varias regiones del estado, el silencio de la autoridad pesa tanto como el de las víctimas.
Como quien dice: los números dirán una cosa, pero el barrio cuenta otra.