Por M. Angel Villa Juárez
Morelia, Mich. 1 de julio de 2025.- La tragedia les llegó sin aviso, de golpe y con estruendo. El pasado 23 de junio, poco antes del mediodía, una explosión sacudió el edificio 27 de la etapa 4 en el fraccionamiento Villas del Pedregal. Hoy, las familias afectadas —alrededor de 20— viven una pesadilla: sin hogar, con pérdidas materiales irreparables y en medio de una incertidumbre que duele.
Vecinas y vecinos relatan que todo pasó en segundos. Un estallido —presuntamente por acumulación de gas— destruyó varios departamentos, afectó estructuras, rompió ventanas, puertas, bardas y dejó a su paso angustia, heridos y mucho temor. Aunque las autoridades acudieron para acordonar la zona, evacuar y revisar, lo cierto es que desde entonces las y los damnificados del edificio 27 sobreviven como pueden, algunos con lo puesto, otros de favor en casas ajenas, y varios más durmiendo en el piso o en condiciones precarias.
“Nos quedamos sin nada, literal, sin ropa, sin colchones, sin refrigerador, sin estufa, sin ventanas… sin casa”, dijo una de las vecinas afectadas, que prefiere guardar el anonimato por miedo a represalias o a que su situación se use políticamente.
Los daños estructurales del edificio son severos. Hay departamentos inhabitables, y la mayoría de las familias no tiene otro lugar adonde ir. Algunos afectados han recibido ayuda inicial por parte de Protección Civil, y se han hecho presentes el Ayuntamiento de Morelia y el Gobierno del Estado, pero hasta el momento no hay una solución clara o inmediata para su reubicación o reparación. Peor aún: no todas las viviendas contaban con seguro, lo que agrava el panorama.
Ante esto, los colonos del edificio 27 han decidido alzar la voz. Con pancartas, redes sociales y cadenas de apoyo entre vecinos, han comenzado a pedir la solidaridad de la gente de Morelia y de todo Michoacán. Solicitan víveres, ropa, cobijas, colchonetas, artículos de higiene personal, agua embotellada y, sobre todo, apoyo económico para poder salir adelante. También demandan que las autoridades no los abandonen y den pronta respuesta a su situación.
“Estamos desesperados. No es justo que tengamos que rogar por ayuda cuando fuimos víctimas de un accidente. Sólo queremos un techo, un colchón donde dormir y comida para nuestras niñas y niños”, se escucha en otro testimonio.
Las y los afectados han creado un punto de acopio en el mismo fraccionamiento Villas del Pedregal, en la cancha cercana al edificio siniestrado. Cualquier ayuda, por mínima que sea, hace la diferencia.
La comunidad está invitando a la ciudadanía, a colectivos, a organizaciones civiles, empresariales y a quienes tengan la posibilidad de tender la mano. También hacen un llamado urgente a las autoridades municipales, estatales y federales a tomar cartas en el asunto de manera inmediata y no permitir que el olvido entierre sus derechos.
Desde esta redacción, nos unimos al llamado de apoyo. Hoy por ellos, mañana quién sabe.
Solidaridad es la consigna. Apoyemos a las familias del edificio 27.
Para más información o donaciones, se puede acudir directamente al punto de acopio.