Pemex se sacude el polvo: Fitch le sube la calificación tras apoyo de la Sheinbaum

Por M. Ángel Villa Juárez
Morelia, Mich. 30 de julio de 2025..- Con la lana que le soltaron desde Palacio Nacional y el espaldarazo de la jefa Claudia Sheinbaum, Pemex agarró aire y ya no anda tan en picada, al menos según la banda de Fitch Ratings, que le echó flores y le subió la calificación crediticia de ‘B+’ a ‘BB’. ¡Ajúa!

¿La razón del levantón? Pues el gobierno federal se rifó con una transacción P-Cap de 12 mil millones de dólares, que según los de Fitch, demuestra que la Cuarta Transformación con Sheinbaum al frente no piensa dejar caer al viejo monstruo petrolero, aunque tenga fugas, deudas y más broncas que una combi sin frenos.

“La transa de las notas pre-capitalizadas salió chula y eso nos dice que el gobierno sí le va a seguir metiendo mano y billete a Pemex”, soltaron los de Fitch, bien contentos. Y de paso, le quitaron el “observado positivo” que traía la petrolera, porque ya se sienten más seguros: la cosa está estable… por ahora.

Además, la calificadora cambió el subfactor de “Precedentes de Apoyo” del gobierno, y lo trepó de “no suficientemente fuerte” a “fuerte”, o sea, que ya no se rajan tan fácil.

Todo esto se enmarca en el contexto de la nueva estrategia energética que cocina el gabinete, luego de que en 2024 se aprobara la reforma energética con la que Pemex ya puede compartir el límite de deuda con Hacienda, como si fuera compa de parranda.

Eso sí, los de Fitch no se fueron sin dejar un regaño entre líneas: la falta de inversión en mantenimiento y en nuevos yacimientos ya le está cobrando factura a la petrolera, que sigue produciendo menos y arrastrando la cobija con sus finanzas. “Hay activos en estado crítico y una urgencia de meterle varo”, advirtieron.

Si la administración sigue por la misma línea de meterle supervisión y lana, Fitch podría subir aún más la calificación, pero con la advertencia de que si nomás se enfocan en refinar y se olvidan de buscar más petróleo, la liquidez se va a ir por la coladera.

Así que por ahora, Pemex respira… pero sigue en terapia intensiva, con la esperanza de que el nuevo gobierno no lo deje morir como en los tiempos en que lo exprimían como vaca lechera sin darle ni un alfalfa.