Por M. Ángel Villa Juárez
Morelia, Mich. 11 julio 2025.- Este lunes se armó el reencuentro en los pasillos de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Después del receso de verano, alrededor de 52 mil morras y morros regresaron a clases pa’ seguirle dando duro al estudio. Pero lo más chido fue ver la cara de emoción (y nervios) de la nueva generación que se estrena como parte de la familia nicolaita.
La rectora Yarabí Ávila les dio la bienvenida con buena vibra, echándoles porras pa’ que no se agüiten cuando los retos se pongan rudos. “Van a tener broncas, sí, pero también muchas satisfacciones. Échenle ganas y verán que vale la pena”, fue más o menos lo que soltó.
Y la neta, sí: entrar a la Michoacana es otro boleto. Desde temprano, Ciudad Universitaria ya estaba vuelta un hormiguero. Las morras con sus mochilas nuevas, los vatos buscando su salón, y hasta los foráneos medio perdidos pero bien entusiasmados.
Las clases arrancaron también en las sedes de Ciudad Hidalgo, Lázaro Cárdenas, Zamora, Uruapan y el Balsas, donde igual se siente el ambiente de arranque: cuadernos nuevos, profes exigentes y ese olor a aula recién desempacada.
Dicen que este semestre viene con todo: nuevos proyectos, cambios, eventos académicos y varias movidas que traen entre manos pa’ fortalecer la universidad. Así que más vale que nadie se duerma, porque el ritmo va a estar sabrosón.
Y a los que apenas se suman a esta aventura, nomás recordarles: la Michoacana no es cualquier cosa. Aquí uno se forma, se tropieza, se levanta… y al final, si le echas cerebro y corazón, sales hecho y derecho.
Bienvenidos, pues, a la locura universitaria. Que corran los apuntes, las desveladas y, claro, también los tacos afuera de CU.