Por M. Ángel Villa Juárez
Morelia, Mich. 18 de agosto 2025..- La raza se sacó un sustote en Izamal, Yucatán, luego de que el Tren Maya sufriera un percance que muchos ya andaban cantando como descarrilamiento. Pero el mero general Óscar David Lozano, director del proyecto, salió a aclarar que no fue tal cosa, sino un desvío de aguja, o sea, una falla en el cambio de vía.
Según el militar, el Tren 304, que venía de Cancún, jaló raro en uno de sus bogies y se recostó de más hasta pegarse con el Tren 307, que estaba estacionado. Eso sí, Lozano subrayó que “no fue descarrilamiento”, nomás un cambio brusco que no tendría por qué pasar en un sistema ferroviario bien diseñado.
La cosa se puso tensa, pero la maquinista reaccionó al chingadazo: en cuanto sintió el jalón, activó el freno de emergencia y detuvo la máquina. En chinga entraron los protocolos: personal del Tren Maya y la Guardia Nacional se rifaron para evacuar a la banda. Por fortuna, ningún pasajero salió lastimado.
Pa’ que no quedara duda, el general dijo que ya le dieron aviso a la Fiscalía General de la República pa’ abrir carpeta, mientras peritos revisan la vía y miden daños, que al final también son requisito pa’ que aplique el seguro.
—“La seguridad de la gente es la prioridad y se van a meter correctivos pa’ que no se repita”, soltó Lozano en la mañanera.
La neta, la banda se alivianó porque no hubo lesionados ni broncas con las corridas del día. Eso sí, quedó claro que el sistema todavía tiene detallitos que ajustar. Como dicen en la calle: “Si no fue descarrilamiento, pegó el grito como si lo fuera”.