Por M. Ángel Villa Juárez
Morelia, Mich. 7 septiembre 2025.- La cosa se puso color de hormiga en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), donde el senador morenista Gerardo Fernández Noroña fue cuestionado sin pelos en la lengua por una estudiante que lo encaró sobre sus dichos misóginos y su casita de lujo en Tepoztlán.
Victoria Montes de Oca, alumna de Ciencias Políticas, le tiró de frente: “No sé dónde queda lo que tanto habla de la mujer, si usted es el primero en ser misógino y machista… no sé si recuerde cuando le dijo a Lilly Téllez que no estaba para debatir, sino para lavar trastes”.
El legislador, fiel a su estilo broncudo, interrumpió de inmediato y la retó a comprobarlo en las versiones estenográficas del Senado, acusando que lo que dijo era “una mentira”. La raza en el foro le pidió calmarse para dejar hablar a la morra.
Pero la estudiante no se rajó y lo atizó con otro golpe: “Todos tenemos derecho a una buena vida, pero usted presume una casa de 12 millones en Tepoztlán, ¿dónde queda la austeridad que tanto presume su partido?”.
Noroña respondió a su manera, diciendo que la austeridad se aplica a las políticas públicas, no a su vida personal: “Yo no tengo ninguna obligación de ser austero”, lanzó frente a la banda que lo escuchaba.
Además, no perdió la oportunidad de tachar otra vez a Lilly Téllez como “traidora a la patria” y de justificar que no es misógino porque, según él, “creció entre mujeres”.
El agarrón dejó al auditorio dividido: unos aplaudiendo el valor de la estudiante y otros defendiendo al senador. Lo que es seguro es que Noroña salió del foro con más ruido encima y la polémica de su casota y sus declaraciones sigue más viva que nunca.
Porque al final, ya se sabe: el que presume austeridad y vive como rico, tarde o temprano se topa con estudiantes que no se la dejan pasar.