Por M. Ángel Villa Juárez
Morelia, Mich. 23 septiembre 2025. – El senador Adán Augusto López Hernández anda en el ojo del huracán, pero el compa no se dobla. Aunque el escándalo de La Barredora amenaza con tumbarle el teatrito político, el tabasqueño sigue aferrado al hueso de la coordinación de Morena en el Senado, aun cuando la metralla le llega, según él, directo desde Palacio Nacional.
Resulta que esta semana, en pláticas con su gente más cercana, identificó dos madrazos mediáticos que lo traen incómodo. El primero salió en Excélsior, en la columna Frentes Políticos, donde lo acusan de un presunto desfalco de más de 300 millones de pesos, dizque señalado por sus propios compañeros de bancada. El segundo lo soltó El Universal, en Bajo Reserva, que ventiló una reunión en Palacio a la que, según la versión publicada, no lo habrían invitado. Gente cercana a Adán asegura que sí estaba considerado, pero no fue por broncas de agenda.
El senador sospecha que estas filtraciones traen jiribilla: que él solito se aparte de la coordinación y así evitarle al Gobierno el desgaste de cortarlo de tajo. Pero el exgobernador de Tabasco ya lanzó su propio contraataque: le anda soplando a periodistas amigos que si lo dejan caer a él por el show de Hernán Bermúdez Requena, en realidad estarían dejando mal parado al mismísimo Andrés Manuel López Obrador.
La jugada no convence del todo, pues pocos creen que Javier May, actual gobernador tabasqueño, hubiera aventado a andar La Barredora sin algún tipo de bendición desde Palenque.
De todos modos, Adán Augusto repite como mantra que si Rubén Rocha sigue sentado en la gubernatura de Sinaloa pese a sus broncas, él tampoco tiene por qué soltar el hueso en la Cámara Alta. En resumen: el senador está bajo fuego, pero no se raja… al menos por ahora.