Por M. Ángel Villa Juárez
Morelia, Mich. 23 de junio de 2025.- Con voz bien plantada y sin andarse por las ramas, la rectora de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), Yarabí Ávila González, fue clara como el agua: “Aquí no hay recomendados, ni hijos de papi. Entra quien estudió y quien trae la vocación bien puesta”.
El aviso lo soltó justo en el arranque del examen de admisión para las licenciaturas más peleadas del área de Ciencias de la Salud —Médico Cirujano, Nutrición y Fisioterapia y Rehabilitación— donde más de un aspirante llegó con el corazón en la mano y los nervios a tope.
Rodeada por la raza nicolaita de la Comisión de Ingreso, banda de las Casas del Estudiante, funcionariado universitario y hasta una notaria pública —la número 97, Isania Lizbeth Solórzano—, la rectora arengó a las y los aspirantes a mantener la calma: “Este momento es clave. Confíen en ustedes, aquí el único pase es el conocimiento”.
Además, subrayó que el examen está bien blindado, con el respaldo del Ceneval, que llegó a meter orden y transparencia. “La Michoacana los espera con los brazos abiertos. Aquí no hay trampa, aquí se gana con cerebro y con pasión”, soltó sin rodeos.
Yarabí no se olvidó del poder emocional que viene de casa: “Allá afuera están sus jefes, sus jefas, la familia entera echándoles porras. No aflojen, porque esa fuerza también cuenta”.
Al final, se aventó un reconocimiento a las Secretarías de la Universidad y a toda la raza organizadora que le está poniendo alma para que el proceso sea, como dijo ella, “limpio, derecho y sin cochupos”.
Así arrancó la jornada de exámenes en la Nicolaita, con la vara alta y el mensaje claro: la única llave es la vocación y el esfuerzo, no el compadrazgo.