Por M. Angel Villa Juárez
Morelia, Mich. 26 de julio de 2025..- ¡Otra más pa’l conteo! La comunidad purépecha de Aranza, allá en el municipio de Paracho, se subió al tren del autogobierno y con eso ya son 46 las comunidades en Michoacán que jalan parejo con el presupuesto directo y la autodeterminación. Esto se dio a conocer como parte del avance en materia de derechos indígenas en la tierra del maíz y la pirekua.
En el marco de una asamblea de pueblo, se anunció que Aranza ya tiene el visto bueno para autogobernarse, echando mano de sus usos y costumbres, como dicta la ley y el corazón de su historia. Con esto, cada vez más comunidades se están sacudiendo el yugo del ayuntamiento y manejan su lana directamente, sin tantos intermediarios ni mordidas de por medio.
Lo que antes parecía cosa de utopía con Cherán como el único gallo, hoy es ya una realidad creciente. En solo cuatro años se triplicó el número de comunidades con este modelo de gobierno, donde la organización barrial, la asamblea y las rondas comunitarias son el pan de cada día.
También se cuenta ya con herramientas legales como la Ley Orgánica Municipal, que define cómo se da este brinco a la autonomía, y la Ley del Sistema Estatal de Seguridad Pública, que reconoce el trabajo de las rondas comunitarias, esos guardianes del pueblo que no piden charola, nomás respeto.
No hay que olvidar que detrás de este avance hay décadas de lucha, bloqueos, demandas y hartazgo de comunidades que dijeron “ya basta” de corrupción, abandono y migajas presupuestales. Hoy, con el ejemplo de Aranza, la banda sigue marcando el paso pa’ que Michoacán sea ejemplo nacional en autogobiernos indígenas.
Y aunque falta mucho por andar, lo cierto es que el poder ya no solo está en los palacios de gobierno, sino en los techos de lámina y las asambleas de tierra adentro.