Morelia, Michoacán, 4 noviembre 2024.- Este lunes, los 23 nuevos miembros del Consejo Ciudadano de Morelia tomaron protesta en una ceremonia que parece más un intento simbólico que un compromiso real. A pesar de la presencia de jóvenes, que representan el 40% de la nueva composición, y la creación de quince nuevas comisiones, la efectividad de esta instancia aún es motivo de escepticismo.
Durante su primera sesión plenaria, el Secretario General del Consejo, Gerónimo Color Gasca, enfatizó la importancia de trabajar en áreas como el medio ambiente y la seguridad ciudadana. Sin embargo, muchos ciudadanos se preguntan si estas palabras se traducirán en acciones concretas. La historia reciente de la ciudad está llena de promesas incumplidas, lo que alimenta la percepción de que este Consejo podría ser simplemente otra entidad burocrática sin poder real para generar cambios.
Desconfianza en el Proceso
Aunque el consejo se presenta como una plataforma para escuchar y representar las voces de la ciudadanía, hay dudas sobre su capacidad para realmente influir en la toma de decisiones del Ayuntamiento. Luis Alberto García, uno de los consejeros, declaró que tienen “plena conciencia de los retos”, pero la falta de resultados tangibles en administraciones pasadas hace que muchos se cuestionen la eficacia de este nuevo grupo. ¿De verdad se están escuchando las necesidades de la población, o se trata solo de un ejercicio de imagen?
Un Contexto de Indiferencia
La ceremonia estuvo marcada por la asistencia de figuras políticas y miembros de la comunidad empresarial, quienes pueden tener buenas intenciones, pero que también han sido parte del mismo sistema que ha generado desconfianza en la ciudadanía. El alcalde Alfonso Martínez resaltó la importancia de la participación activa, pero los ciudadanos se preguntan si esta invitación se traducirá en una apertura real hacia sus propuestas o si será, una vez más, un mero formalismo.
Un Futuro Incierto
El Consejo Ciudadano tiene un mandato que culminará en 2027, pero el futuro de su influencia es incierto. A pesar de las buenas intenciones de sus integrantes, los retos que enfrenta la ciudad son enormes y el escepticismo persiste. ¿Podrán realmente este grupo de jóvenes y empresarios romper el ciclo de desconfianza y desinterés que ha caracterizado a la política local?
La creación de nuevas comisiones, aunque puede parecer un avance, necesita ser respaldada por un compromiso real y tangible. La historia de Morelia ha mostrado que la retórica a menudo no se traduce en acción. Así, la esperanza que muchos tienen en este nuevo Consejo podría desvanecerse si no se materializan cambios significativos en la comunidad. La clave estará en observar si esta nueva generación de integrantes puede, de hecho, hacer una diferencia en la vida cotidiana de los morelianos.
