Automovilistas revientan contra obras inconclusas del Paso Catrinas en Villas del Pedregal

Por M. Ángel Villa Juárez
Morelia, Mich. 24 de junio de 2025.- Aunque ya fue inaugurado —dos veces y con bombo y platillo—, el famoso Paso Catrinas de Villas del Pedregal sigue más vivo como obra inconclusa que como vía funcional. Automovilistas, vecinos y comerciantes de la zona tronaron contra las autoridades por las molestias que persisten, ya que los trabajos de construcción continúan pese al acto oficial de “entrega” realizado semanas atrás.

Lejos de ser una solución al caos vial que padecen miles de familias de este fraccionamiento al poniente de Morelia, el paso deprimido se ha convertido en un cuello de botella constante, con filas kilométricas de vehículos que se arman desde muy temprano hasta entrada la noche.

Y es que, como se aprecia a simple vista, las obras no están terminadas. En la parte central del paso vehicular siguen presentes montones de escombro, maquinaria pesada, trabajadores sin señalización adecuada y áreas sin balizar. Además, se están realizando trabajos de cableado y ajuste en las instalaciones eléctricas, lo cual mantiene algunos tramos a oscuras durante la noche.

La cosa empeora en horas pico. Los conductores tienen que aguantar largas esperas y maniobras forzadas entre conos, topes improvisados y tramos de asfalto mal nivelado. “¡Y eso que ya lo inauguraron! ¿Entonces qué entregaron?”, reclamó Francisco, chofer de plataforma que transita por la zona todos los días. “Puras prisas políticas y nosotros tragando polvo”, soltó.

Este paso vehicular fue proyectado como una solución clave para agilizar el tránsito entre la zona de Villas del Pedregal y el libramiento poniente, donde diariamente se movilizan miles de automóviles particulares, transporte público y unidades pesadas. No obstante, los tiempos de entrega se han extendido y la situación genera inconformidad creciente.

Lo que terminó por encender el coraje de los vecinos fue que, en menos de un mes, el proyecto fue inaugurado en dos ocasiones diferentes, una por autoridades estatales y otra por representantes del Gobierno Federal, como parte de los programas del Bienestar. Ambas ceremonias incluyeron lonas, discursos, funcionarios sonrientes, pero ninguna terminó con la obra al 100%.

“Nosotros sí estamos al 100%, pero de hartos”, dijo con ironía una comerciante de comida de la zona, quien asegura que las ventas han bajado por la dificultad de acceso y el polvo constante.

Hasta el momento ninguna autoridad ha explicado formalmente por qué la obra sigue activa tras las inauguraciones ni se ha dado una nueva fecha de entrega definitiva. Mientras tanto, la ciudadanía convive a diario con el ruido de los taladros, el polvo del cemento fresco y la frustración de no ver terminada una promesa que ya les vendieron como cumplida.