Por M. Ángel Villa Juárez
Morelia, Mich. 06 julio 2025. – El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla anduvo presumiendo que ya se puso en marcha el programa Casa por Casa, un esfuerzo federal que, según él, va a llevar médicos, medicinas y buena atención directito a los hogares de quienes de plano no pueden ni asomarse al centro de salud.
Dice Bedolla que la cosa ya va en serio, que 800 facilitadores de salud andan repartidos por el estado, y que ya llevan más de 52 mil visitas médicas. Que si tienes diabetes, hipertensión, colesterol alto o simplemente necesitas una revisión, ahí van a estar tocando tu puerta.
Suena bien, sí, pero la raza no olvida. Porque ya nos han dicho antes que ahora sí habría medicinas, que ahora sí habría doctores en las clínicas rurales, que ya no habría que esperar tres meses por una consulta, y ¿qué pasó? Lo mismo de siempre: largas, excusas y farmacias vacías.
El gobernador también agradeció a la presidenta Claudia Sheinbaum por el apoyo. Y sí, se aplaude que se acuerden de los más fregados. Pero la neta, hasta no ver, no creer. Porque la esperanza es lo último que muere, pero aquí ya está en terapia intensiva.
Aun así, el anuncio es claro: van a llegar a tu casa, revisarte, darte tus medicinas gratis en las Farmacias del Bienestar, y si no puedes moverte por tu cuenta, ya no tienes que ir a rogar al IMSS ni hacer fila desde las 5 de la mañana.
Ahora el pueblo está a la expectativa. ¿Será que esta vez sí cumplan? ¿O será otro programa que se queda a medias, como tantos otros? Ojalá que no. Porque quien necesita un médico no puede esperar a que les cuadre el discurso.
Así que si llegan los de bata blanca a tu puerta, pregunta, infórmate, revisa que de verdad te ayuden. Y si no, alza la voz, porque ya basta de andar curando a los pobres con puras palabras.