Morelia, Michoacán, 29 septiembre 2024 — El Gobierno de Michoacán ha implementado una estrategia clave para combatir el cambio ilegal de uso de suelo mediante la Certificación de Buenas Prácticas en el Cultivo del Aguacate. Esta iniciativa busca desincentivar la tala de árboles y los incendios forestales que se producen para establecer nuevas huertas de aguacate, promoviendo una producción más sostenible y responsable.
El proceso de certificación será voluntario, pero se torna crucial ante la posibilidad de que países como Estados Unidos exijan este certificado para la importación del aguacate. Por lo tanto, se insta a los productores a participar en este proceso para mantener su acceso a mercados internacionales.
Los criterios para que una huerta de aguacate pueda ser certificada incluyen varios requisitos ambientales. En primer lugar, las huertas deben estar libres de deforestación desde enero de 2018 y de incendios forestales desde 2012. Además, no deben encontrarse dentro de Áreas Naturales Protegidas. Estos parámetros se determinarán mediante el uso del sistema de vigilancia satelital conocido como Guardián Forestal, que permitirá un monitoreo eficaz de las prácticas agrícolas.
Otro criterio importante es la relación entre las hectáreas de aguacate y las de bosque. Para cada hectárea de cultivo, se debe contar con un mínimo de tres a seis hectáreas de bosque circundante. Esta proporción ayudará a mantener el equilibrio ecológico y a compensar el impacto de la agricultura en el entorno.
La certificación también considerará el nivel de compensación de cada huerta, evaluando factores como la altitud, la pendiente del terreno, el marco regulatorio aplicable, el modelo de producción utilizado y la fuente de agua disponible. Estos elementos permitirán establecer un sistema justo y equitativo que reconozca a los productores que están comprometidos con la sostenibilidad y la conservación del medio ambiente.
Con esta certificación, el Gobierno de Michoacán no solo valida y reconoce el esfuerzo de los productores que cuidan el medio ambiente, sino que también otorga un valor agregado al aguacate michoacano, facilitando su acceso a nuevos mercados. Al garantizar que la exportación del aguacate se realice bajo un esquema de responsabilidad ambiental, se promueve un futuro más sostenible para la producción agrícola en la región.
Esta iniciativa se alinea con los objetivos de conservación y desarrollo sostenible, contribuyendo a la protección de los ecosistemas locales y asegurando que la producción de aguacate no comprometa los recursos naturales del estado. De esta manera, Michoacán se posiciona como un referente en la producción responsable de aguacate, asegurando el bienestar tanto de sus productores como del medio ambiente.