Con bata blanca y barrio en el corazón: egresados de Enfermería listos pa’ rifarse en la calle y el hospital

Por M. Ángel Villa Juárez
Morelia, Mich. 08 julio 2025. – Entre abrazos, lágrimas de orgullo y la firme promesa de no dormirse en sus laureles, la generación 2024-2025 del Programa Complementario de Licenciatura en Enfermería de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) recibió su pase de salida pa’ irse a la jugada: cuidar vidas.

Con la voz de la rectora Yarabí Ávila representada por José Antonio Luna, coordinador general de Estudios de Licenciatura, se les echó la neta: aquí no hay lugar pa’ la flojera, hay que estarse puliendo siempre, porque la medicina y la enfermería no perdonan el rezago. “La actualización permanente es como afilar el cuchillo, siempre para dar un servicio de calidad y con excelencia”, soltó Luna, dejando claro que ser nicolaita no es sólo un título, es un estandarte que se defiende en cada clínica, hospital y comunidad.

En la línea, el director de la Facultad de Enfermería, Renato Hernández Campos, se puso serio y recordó que un grado académico no es sólo un papel bonito pa’ enmarcar: es un cambio que se nota en la forma de trabajar, de servir y de mirar al prójimo. “Ustedes llevan la responsabilidad de poner en alto el prestigio de la Facultad; allá afuera hay pacientes que no sólo necesitan manos capacitadas, sino corazones con vocación y compromiso social”.

Del lado de los chavos, Antonio Chávez Saucedo, vocero de la generación, habló como quien sabe lo que se viene: la enfermería de hoy ya no se queda en la pura buena intención, ahora exige ciencia, técnica, pensamiento clínico y ética a prueba de tentaciones. “Nuestra labor impacta en la seguridad, el bienestar y la dignidad de cada paciente; ser enfermero es ser parte esencial del equipo de salud, y eso no se negocia”.

Así, entre promesas de nunca dejar de aprender, selfies con birrete y fotos familiares que valen oro, los nuevos licenciados salieron listos pa’ darle batalla a la enfermedad, con bata blanca, conocimiento fresco y mucho corazón de barrio. Porque en la calle y en el hospital, la misión es la misma: salvar vidas sin perder la humanidad.