Por M. Ángel Villa Juárez
Morelia, Mich. 30 de junio de 2025.- Con porras, abrazos y lágrimas que se aguantan con los dientes apretados, se despidió a la generación 2022-2025 de la Escuela Preparatoria “Melchor Ocampo” de la Universidad Michoacana. Ahí estuvo la mera mera de la Nicolaita, Yarabí Ávila González, quien se aventó un discurso de esos que pegan en la conciencia: que no basta con sacar puros dieces si no hay respeto, justicia ni solidaridad en lo que uno hace.
La rectora no llegó sola, la flanquearon directoras de otras prepas y el equipo que trae en la universidad, porque el evento no era poca cosa. En su mensaje, la doña dejó claro que el camino apenas empieza y que toca rifarse con decisiones maduras. Habló de caminar con dignidad, de no tocar lo que no es de uno y de cuidar el apellido familiar como si fuera oro.
A los recién egresados les recordó que las puertas de la UMSNH siguen abiertas para quien quiera seguirle, y no solo ellos, también sus familias pueden sumarse a la familia nicolaita. Porque según dijo, estudiar no se acaba con el pase automático, hay que seguirle dando y aprender diario, sin inflarse ni perder el piso.
Por su parte, la directora de la prepa, Laura Alejandrina Acosta Urzúa, sacó el pecho por los muchachos y dijo que más allá de los diplomas, lo que se festeja son historias de lucha, de no rajarse, de aguantar vara. Reconoció a quienes se llevaron el tan codiciado Pase por Excelencia Académica como resultado de su constancia.
Y la cereza del pastel la puso la alumna Beatriz Gallegos Lázaro, quien habló en nombre de la generación y agradeció a todas y todos los que le apostaron a que la educación sí puede transformarse con hechos y no con puro choro. Un aplauso largo, fotos con toga y birrete, y ese nudo en la garganta que dice que lo logrado fue en serio. Así cerró una etapa más en la historia del bachillerato nicolaita.