Congreso de Michoacán se convierte en zona de guerra tras enfrentamiento entre Staspe y antimotines

 

Morelia, Mich. 27 febrero 2025.- El Congreso del Estado de Michoacán se vio envuelto en un escenario de caos y violencia extrema, luego de que elementos antimotines de la Guardia Civil se enfrentaran brutalmente con trabajadores del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Poder Ejecutivo (Staspe). La sede alterna del Congreso, ubicada en el salón Los Magueyes, se convirtió en un auténtico campo de batalla cuando los manifestantes intentaron impedir la sesión legislativa con bloqueos y protestas, desatando una respuesta represiva por parte de las fuerzas de seguridad.

Desde las primeras horas del día, la tensión era evidente. Los sindicalizados, que ya habían tomado las instalaciones del Palacio Legislativo, se movilizaron con determinación para evitar la reunión de los diputados. Lo que inició como una protesta pacífica rápidamente escaló a un enfrentamiento abierto cuando los antimotines intentaron despejar el acceso al recinto.

Los testigos describen un panorama aterrador: golpes, empujones, gases lacrimógenos y piedras volando por los aires. La Guardia Civil, con escudos y toletes, intentó dispersar a los manifestantes con tácticas de contención agresivas, mientras los integrantes del Staspe resistían con todo lo que tenían a su alcance. El aire se llenó de gritos, detonaciones y el eco de la violencia que se desató sin control.

En medio del caos, los legisladores, aterrados por la magnitud del enfrentamiento, fueron evacuados de emergencia, dejando una sesión inconclusa y una crisis institucional sin precedentes. La agenda del día, que contemplaba más de 61 puntos clave, incluyendo reformas constitucionales y modificaciones a la Ley de Salud, quedó completamente en el limbo.

La incertidumbre y el miedo se apoderan ahora del Congreso del Estado. La presión sindical ha llevado a un punto muerto las labores legislativas, mientras el Ejecutivo estatal guarda un preocupante silencio sobre los hechos violentos. Hasta el momento, no hay una estrategia clara para resolver el conflicto ni una nueva fecha para la reanudación de la sesión.

Lo ocurrido este 27 de febrero deja en evidencia una fractura política y social que amenaza con paralizar el estado. Michoacán vive una de sus peores crisis en años, y el panorama que se avecina es cada vez más incierto.