Morelia, Mich. 3 abril 2024.- El panorama en el estado de Morelos se ve ensombrecido por un cambio en el liderazgo gubernamental que refleja una situación de incertidumbre y fragilidad institucional. Cuauhtémoc Blanco, cuya gestión ya había sido objeto de controversias y críticas, abandona su cargo como Gobernador, dejando a cargo al secretario de Gobierno, Samuel Sotelo Salgado, en calidad de suplente.
Este cambio, marcado por el cumplimiento del Artículo 63 de la Constitución Política del Estado, revela una transición que se realiza en un contexto de desconfianza y preocupación entre la población. La solicitud de licencia temporal de Blanco Bravo, aprobada por el Congreso local, sugiere un reconocimiento tácito de la ineficacia o inestabilidad de su liderazgo.
La asunción de Sotelo Salgado como encargado del Poder Ejecutivo durante este período intensifica los temores de falta de dirección clara y competente en la administración estatal. Aunque se anuncie una coordinación con los poderes Legislativo y Judicial, así como con diversas instancias de la sociedad, el espectro de la división política y la inacción gubernamental se cierne sobre Morelos.
El compromiso de preservar la gobernabilidad en la entidad parece más una aspiración lejana que una realidad tangible. Con la sombra del estado de derecho en duda y la falta de liderazgo firme, se plantea un escenario de deterioro continuo en la estabilidad política y social del estado.
El cambio en el liderazgo gubernamental en Morelos refleja una situación preocupante y poco prometedora, donde la falta de estabilidad y la incertidumbre institucional podrían profundizar los problemas que aquejan a la región, sumiendo al estado en un período de turbulencia y desafíos.
