De la realeza al banquillo: acusan al hijo de la princesa heredera de Noruega por violación y agresiones sexuales

Por M. Ángel Villa Juárez
Morelia, Mich. 28 de junio de 2025.- Ni corona, ni sangre azul lo salvan del escándalo: Marius Borg Hoiby, hijo mayor de la princesa heredera Mette-Marit de Noruega, fue acusado formalmente por violación, agresiones sexuales y lesiones físicas, según anunció la Policía de Oslo este viernes.

El joven de 28 años, que durante años se paseó como figura pública entre la alta sociedad europea, ahora enfrenta un expediente judicial bastante pesado. De acuerdo con el fiscal Andreas Kruszewski, las denuncias salieron tras una investigación larga y detallada, que incluyó entrevistas con testigos, cateos, revisión de material digital y varios interrogatorios al propio Hoiby.

Aunque algunas acusaciones fueron desechadas por prescripción o falta de pruebas, el expediente sigue gordo: hay entre 15 y 20 víctimas identificadas, y el número total podría ser aún mayor. “No puedo dar una cifra exacta, pero estamos hablando de dos dígitos”, soltó Kruszewski ante los medios noruegos.

Marius —quien no tiene título nobiliario y no forma parte de la línea de sucesión real— fue arrestado inicialmente el 4 de agosto de 2024, por una primera denuncia de agresión sexual. Desde entonces ha estado en el radar de las autoridades, aunque actualmente se encuentra libre y en espera de juicio. Claro, como dicta la ley, se le presume inocente hasta que un juez diga lo contrario, pero el ruido mediático y el desprestigio ya le pisan los talones.

La defensa no niega la gravedad del asunto. La abogada del acusado, Ellen Holager Andenæs, confirmó que están en curso más de una decena de casos, pero se mantiene cautelosa. Mientras tanto, la Casa Real noruega guarda silencio. Guri Varpe, jefa de comunicación de palacio, se limitó a decir que “el proceso sigue su curso legal” y no hubo más comentarios.

La madre de Marius, la princesa Mette-Marit, ya había estado envuelta en polémicas por su pasado sentimental: antes de integrarse a la familia real, fue pareja de un hombre condenado por narcotráfico.

Ahora, el escándalo da otro giro. Aunque Marius no es parte activa de la realeza ni tiene derechos sucesorios, el apellido pesa y la vergüenza se reparte. En Noruega, como en el barrio, el juicio social muchas veces llega antes que el legal.

¿Y la monarquía? Bien, gracias. Callada y viendo desde su balcón cómo uno de los suyos cae en desgracia.