Por M. Ángel Villa Juárez
Morelia, Mich., 28 de mayo de 2025.- Este miércoles, mientras la ciudad se convirtió en un verdadero campo minado de bloqueos, cornetas y pancartas, el secretario de Gobierno, Carlos Torres Piña, salió al paso para calmar los ánimos y decirle a la banda que el diálogo sigue firme, aunque el caos ande suelto.
Y es que no fue poca cosa: 27 calles cerradas y cerca de 6 mil personas metiéndole ruido a la capital michoacana. Gremios sindicales por un lado, transportistas por el otro, todos con sus propias broncas, pero con algo en común: ganas de que los escuchen.
Torres Piña, que no se achicó ante el desmadrito armado, dijo que en Casa de Gobierno no andan sordos ni ciegos. “Vamos a insistir en el diálogo”, soltó el secretario, asegurando que ya se han armado varias mesas con los distintos sectores para atender sus peticiones. Que no es capricho, pues, sino chamba constante.
Eso sí, también pidió tantita madre para los ciudadanos que no tienen vela en este entierro. “Respetamos sus manifestaciones, siempre y cuando no se afecten a terceros”, remató, como quien avisa que está bien protestar, pero sin pasarse de lanza.
El funcionario también aclaró que al menos en lo que le toca al Gobierno del Estado, las demandas ya se están atendiendo y que la línea de comunicación sigue abierta, sin portazo ni cortina de humo.
Así que ya sabe, el horno no está para bollos, pero mientras haya orejas del otro lado, los gritos no tienen que subir de tono. A ver si los líderes sindicales y choferes lo entienden y no revientan las calles como si fueran piñatas en quermés.