Por M. Ángel Villa Juárez
Morelia, Mich., 11 de junio de 2025.- Desde el corazón del barrio más fino de Morelia, el Conservatorio de las Rosas se rifó un llamado bien firme a todas las instituciones educativas del estado: pónganse las pilas y postulen a sus gallos y gallinas más chingonas para el Premio Eréndira 2025, ese reconocimiento que el Gobierno del Estado entrega a quienes han entregado su vida al arte y la cultura michoacana.
El que soltó la palabra fue don Raúl Olmos, rector del Conserva, quien no se anduvo por las ramas y dijo que postular al Eréndira es un honor, pero también una responsabilidad de aquellas. “Hay que echarle cabeza, conocer a fondo la trayectoria de quien se postula y respaldarlo con huevos y corazón”, comentó. Y se notaba que hablaba en serio, no en plan discurso.
Olmos se echó también un clavado al pasado para recordar con orgullo cuando en 2009 el Conserva propuso al maestro Eduardo Montes y Arroyo, un titán de la educación musical que dejó huella no solo ahí, sino también en la Facultad Popular de Bellas Artes y en un montón de escuelas donde sembró puro talento.
No se queden cruzados de brazos
La invitación va pa’ todos: universidades, casas de cultura, colectivos artísticos y demás banda del gremio. Si tienen a alguien con trayectoria choncha en la cultura michoacana, no se lo guarden, láncenlo a la contienda, porque este tipo de premios no solo reconocen al artista, sino también al barrio, a la raza y al legado que deja cada quien en su comunidad.
“Sumémonos a esta gran iniciativa de la Secretaría de Cultura y postulemos la cultura viva de Michoacán”, dijo el rector, como quien deja caer una indirecta para que nadie se haga el dormido.
¿Y qué onda con la convocatoria?
Si ya te prendiste y quieres echarle ojo a las bases completas, métete a la página:
👉 https://enlinea.secum.michoacan.gob.mx
Tienes hasta el 7 de julio pa’ mandar la propuesta, así que no la dejes para el último, que luego se va la luz o el internet falla. El Eréndira no es cualquier cosa: es el aplauso del estado a quienes han dedicado su vida a la cultura, sin pedir permiso y sin rajarse.
Así que ya sabes: si conoces a una doña, un profe, un músico, una pintora, un teatrero o cualquier artista que haya dejado alma y cuerpo en lo suyo, lánzalo al Eréndira… y que la historia le haga justicia.