Israel García Zamudio
Hace unos días se conmemoró el Día Mundial del Agua, recurso natural y elemental para la existencia de toda vida en la tierra. Este recurso natural (agua) desde hace unas décadas ha sido cada vez más protegido y custodiado por todos los gobiernos, ya que de manera rápida su escasez se ha ido pronunciando a pasos agigantados, lo cual ha hecho imperativo la creación de políticas públicas y organismos que puedan resguardar el cuidado, el manejo y la preservación de este vital líquido para la propia existencia de nuestra especie.
A dicha problemática, los ejidos y comunidades rurales, claro está, no están exentas de la escasez que impera en todo el país, por lo que es importante que también los núcleos agrarios se enfoquen en un aprovechamiento racional, pero sobre todo profesional e integral en la correcta utilización de sus recursos hídricos con los que puedan contar, a fin de garantizar abasto a sus comunidades, así como poder garantizar el mismo ante las diversas necesidades de desarrollo que puedan darse a sus alrededores.
Si bien es cierto que las aguas de los ejidos se encuentran de alguna manera protegidas por la Ley Agraria en sus artículos 52, 53, 54 y 55, se requiere una verdadera legislación en esta materia para el uso de dicho recurso al interior de los ejidos y las comunidades agrarias, con el objetivo fundamental de que puedan ser lo mejor aprovechados y no puedan ser apropiados por unos cuantos, lo que en su momento pudiera propiciar un uso inadecuado y fuera de toda ley con dicho recurso.
Si tomamos en cuenta que más de la mitad del territorio nacional compete a propiedad social, es decir, a ejidos y comunidades, seguramente un gran porcentaje de las aguas aprovechables de nuestro país están dentro de alguna comunidad agraria, por lo que resulta urgente el que las autoridades ejidales conozcan de manera general la legislación que se relaciona al manejo y aprovechamiento de las aguas del ejido, a fin de profesionalizar su manejo, apegado siempre a derecho y a una adecuada racionalización del vital líquido necesario para toda actividad humana.
Diversas Instituciones de gobierno de los tres niveles deberían de actuar de manera inmediata, acercarse a los núcleos agrarios, capacitarlos y guiarlos en los diversos aspectos y temas relacionados al aprovechamiento del agua. Hoy en día, el agua, como elemento de seguridad nacional, debe formar parte de un cuidado ejemplar en todas las zonas y regiones de nuestro país; sin embargo, por la carente legislación al interior de los ejidos y comunidades del manejo del recurso hídrico, hace que tome una importancia singular para todos los ámbitos de gobierno.
El autor del artículo es especialista en temas agrarios. Fue delegado de la Procuraduría Agraria en Puebla y Querétaro.
