Elección Judicial 2025 sin transparencia: Los ciudadanos votan, pero el INE cuenta


El escrutinio de boletas será centralizado; crecen dudas sobre transparencia y control ciudadano

Morelia, Mich.  7 mayo 2025 — En el marco del controvertido Proceso Electoral para la Elección de Cargos del Poder Judicial de la Federación (PEEPJF), el Instituto Nacional Electoral (INE) ha aclarado que los votos no serán contados en las casillas por los ciudadanos, como ocurre en las elecciones tradicionales. En cambio, el conteo se realizará de forma centralizada por el propio INE, lo que ha encendido alertas sobre la opacidad y el nivel de control real que tendrá la ciudadanía sobre este inédito proceso.

A diferencia de los comicios convencionales donde los funcionarios de casilla —ciudadanos seleccionados por sorteo— abren las urnas y llenan actas con los resultados, en esta elección los votos serán enviados en paquetes cerrados a sedes del INE para su clasificación y cómputo interno.

¿Un modelo funcional o una simulación?

Según el protocolo anunciado por el INE, el proceso consta de tres fases:

  1. Clasificación de boletas: Una vez cerradas las casillas, los escrutadores extraerán las boletas de la urna única, las clasificarán por elección y las contarán.

  2. Registro en actas: Las personas secretarias anotarán el número de votos en el acta de la jornada, clasificación y conteo de boletas sobrantes.

  3. Integración del paquete electoral: El presidente de la casilla conformará un paquete con todas las boletas usadas y sobrantes, la lista nominal, actas originales y constancia de clausura, para ser enviados a las oficinas del INE.

¿Participación ciudadana sin vigilancia ciudadana?

Aunque la narrativa oficial insiste en que la elección de jueces, magistrados y ministros representa un paso hacia la “democratización” del Poder Judicial, lo cierto es que la ciudadanía tendrá un papel limitado a emitir su voto, sin la posibilidad de observar ni verificar en tiempo real el resultado de su propia decisión.

Esto representa un giro radical respecto a los principios de transparencia y vigilancia social que han caracterizado a las elecciones federales desde hace décadas. En lugar de apertura, el procedimiento se encierra en la estructura burocrática del INE, bajo el argumento de garantizar orden, control y técnica especializada.

¿Por qué no contar los votos en casilla?

Según el propio instituto, la complejidad del proceso —que implica seis boletas distintas para elegir a diferentes cargos del Poder Judicial— justifica que el conteo se centralice para evitar errores o confusiones. No obstante, esta decisión limita la posibilidad de que los ciudadanos verifiquen directamente el resultado del sufragio, dejando todo en manos de una institución que, si bien goza de cierta credibilidad, no está exenta de críticas.

Especialistas advierten que este modelo abre un margen de opacidad que puede afectar la legitimidad del resultado, sobre todo en un proceso tan delicado como la designación de autoridades judiciales, donde el voto no solo debe ser libre, sino también informado y verificable.

Una elección sin precedentes… y con muchas reservas

Esta inédita elección del Poder Judicial, derivada de una reforma impulsada por el Ejecutivo federal, no tiene antecedentes comparables y ha sido señalada por su carácter improvisado y los vacíos legales que presenta. La falta de mecanismos claros de supervisión ciudadana en el conteo de votos solo incrementa el escepticismo.

¿Democratización real o simulacro institucional? La ciudadanía acude a las urnas, pero no verá ni contará sus votos. El INE promete transparencia desde sus centros de cómputo, pero en una elección que afecta la independencia judicial, la confianza no se decreta: se construye con apertura, vigilancia y responsabilidad.