Opinión

En el 175 Aniversario del Manifiesto del Partido Comunista de Marx y Engels ¿Qué Hacer? (Parte II)

Rogelio Raya Morales, para Pulso Michoacáno, 28/02/2023
De lo anterior, nace nuestra identificación por la izquierda y nuestra voluntad y decisión de pertenecer a este gran movimiento de la izquierda que, durante muchos siglos, ha sido la estrella polar de todos los soñadores utópicos, románticos, pero sin duda, muy realistas, realistas revolucionarios que creen que una sociedad llena de fraternidad, amor, justicia y humanismo es, no sólo deseable, sino altamente posible.
Hoy decimos que ser de izquierda es luchar contra todo tipo de opresión y contra todo tipo de injusticia que se de en cualquier lugar del mundo.
Ser de izquierda es luchar por conquistar un futuro hermoso, luminoso, grande para todas y todos los que comparten este planeta.
Ser de izquierda es asumir una posición anticapitalista, porque hoy en nuestros días, la sociedad basada en la explotación de fuerza de trabajo asalariada, ha hecho líquidas las relaciones humanas y sólo ha dejado en su lugar, relaciones de conveniencia, egoístas y exentas del calor humano, esencia de toda relación verdaderamente humana.
Ser de izquierda, es hacer que la democracia base sus métodos y estilos de trabajo en el respeto, en la crítica y la autocrítica y en los métodos participativos de toma de decisiones.
Hoy, ser de izquierda y militar el partido de izquierda, es formar a los militantes y formarnos a nosotros mismos, en una visión histórica del desarrollo social, donde se entienda que el capitalismo es una formación económica social históricamente determinada que tendrá que desaparecer para dejar su lugar a una nueva sociedad.
Ser de izquierda no es ser más ni menos revolucionario, es ser un revolucionario.
Ser de izquierda es saber que la mujer es la mitad de la sociedad y que, por tanto, nos corresponden iguales derechos y obligaciones, ser de izquierda es, en la práctica, ser congruente con lo anterior.
Ser de izquierda es asumir una nueva relación con la naturaleza que considere que no podemos atentar contra ella sin atentar contra nosotros mismos.
Ser de izquierda es luchar en cada coyuntura por las causas más progresistas, avanzadas, revolucionarias.
Ser de izquierda es eliminar de todos nuestros sentimientos, de todas nuestras ideas sociales y políticas el aborrecible defecto de la discriminación, del racismo y de todo aquello que nos divida justificando, tal división, sólo en características físicas externas.
Ser de izquierda es condenar la mutilación cultural de los pueblos y defender con decisión los derechos de las minorías todas, étnicas, religiosas, de preferencias sexuales, de género, etc. Ser de izquierda es erradicar el odio entre iguales para siempre.
Ser de izquierda, es promover la vinculación con todos los movimientos sociales y promoverlos.
Ser de izquierda es buscar que se alcancen los más altos niveles de organización política y de la sociedad.
Ser de izquierda es reconocer nuestra historia y nuestros héroes y entender que, cuando son tales, son ya figuras universales.
Ser de izquierda, es luchar y defender nuestra soberanía nacional, pero sin olvidar que nuestro objetivo es construir un mundo sin fronteras.
Ser de izquierda es mantener un debate teórico y político constantes sobre los principales problemas económicos, políticos y sociales del país, del estado, del municipio y de las propias organizaciones políticas de los trabajadores.
Ser de izquierda es contribuir a alcanzar los más altos niveles de bienestar material y, al mismo tiempo, un gran desarrollo espiritual en todos los miembros de la sociedad.
Ser de izquierda es defender, ante todo y, por sobre todo, la libertad de pensamiento.
Ser de izquierda es no robar no engañar y no mentir. ¡¡Es luchar contra la corrupción!!
Ser de izquierda, es proponerse ahora el triunfo completo y definitivo de la 4T.
Definitivamente, ser de izquierda es llevar con decidida voluntad la ética a la acción política. Actuar políticamente sin principios y sin ética es vil y puro pragmatismo.
Concretamente, en la actual coyuntura histórica que vive nuestro país, ser de izquierda es apoyar críticamente al gobierno emanado de nuestra voluntad, no rebajarse al nivel de comparsa o estar sometido al gobierno o verlo sólo como escalón para la obtención de puestos.
Esto no es un decálogo ampliado o un catálogo de frases sobre la izquierda. Son, sólo algunos rasgos que definen a un militante de la izquierda, el cual, a partir de la publicación del Manifiesto del Partido Comunista, es ya diferente. Por supuesto que hay muchos más.
Importantísimo, darle a nuestra acción por la transformación la mística de la izquierda sin la cual ningún movimiento social florece.
La necesidad de enfrentar con organización y conciencia los ataques y la resistencia que hoy se oponen a la 4T, nos obliga a que, coordinadamente, vayamos a todos los rincones de nuestro municipio, estado y país sembrando esa organización y conciencia. Por eso es el llamado, porque no queremos que este proceso que apenas inicia en medio de tempestades y respuestas saboteadoras, muchas veces irracionales, se interrumpa.
Los últimos acontecimientos con relación a la detención de autoridades del más alto nivel de mando y de decisión, caso García Luna, entre otros, nos revelan que la transformación definitiva de nuestro país, la eliminación de la delincuencia y el establecimiento de una sociedad segura son altamente difíciles porque nunca se habían tocado los verdaderos botones que mueven, en este país y en mucho otros, a la delincuencia organizada y nos muestran que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador avanza firme, con la seguridad de quien no quiere entorpecer la certidumbre, por la rapidez. También son significativos los cambios en otros campos de la vida social. Es histórico que se haga pagar impuestos a las grandes capitalistas. Es histórico el desmantelamiento del huachicoleo en Pemex, en salud, en educación, en todo.
Es histórica la nueva forma de redistribuir la riqueza en este país bajo el lema de ‘por el bien de todos, primero los pobres”. Estamos, pues, ante uno de los más trascendentales cambios en este México querido.
Por ello, hoy debemos entender que la 4T es y debe ser obra de todos nosotros. Y si en este proceso le ponemos el ingrediente de esta nueva izquierda, podemos decir que el triunfo, no sin tribulaciones, ¡es seguro!
El mejor tributo que podemos hacer en el 175 aniversario de la publicación del Manifiesto Comunista, es tener siempre presente que, los partidarios de la izquierda en cualquier parte del mundo, “luchan por alcanzar los objetivos e intereses inmediatos de la clase obrera; pero, al mismo tiempo, defienden dentro del movimiento actual, el porvenir de ese movimiento.” En una verdadera transformación social radical… “los proletarios no tienen nada que perder en ella más que sus cadenas. Tienen, en cambio, un mundo que ganar. ¡PROLETARIOS DE TODOS LOS PAÍSES, UNÍOS!”

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