En Morelia el agua sí se puede beber, y el Fito Torres lo presume con papeles en mano

 

Por M. Angel Villa Juárez
Morelia, Mich. 8 agosto 2025. – Con la frente en alto y los certificados en la mano, el buen Fito Torres, mero mero del Organismo Operador de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (OOAPAS) de Morelia, salió a decir que el agua que corre por las llaves de la capital michoacana es más limpia que conciencia de niño recién bautizado. Según él, no hay pretexto para no beberla, porque trae el sello de aprobación de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris) de la Secretaría de Salud.

“El agua está bien checada y certificada. La última revisión fue en mayo y salió sin tacha. La Coepris llega sin avisar, toma muestras en distintos puntos y, año con año, pasamos la prueba”, soltó Torres en conferencia de prensa, dejando claro que no es puro cuento.

Dijo que la cosa no es magia, sino chamba constante: muestreos diarios en plantas, pozos y redes de distribución, con apoyo de cuatro laboratorios acreditados –los únicos en todo Michoacán– y un equipo técnico que sabe lo que hace. En lo que va del año, el OOAPAS ya ha atendido 182 quejas de gente que juraba que el agua salía “parda o con sabor raro”.

“Cuando pasa algo así, mandamos de volada al laboratorio. A veces es mugre en los tinacos de las casas, otras veces una fuga, pero se atiende de inmediato. No es lo común, pero si sucede, se arregla”, aclaró el funcionario.

La capital recibe en promedio dos mil 500 litros por segundo, gracias a cuatro plantas potabilizadoras, 125 pozos y unas 200 estaciones de rebombeo que no descansan ni en Navidad. La certificación más reciente, del 23 al 27 de mayo, dejó claro que el agua no trae metales pesados ni contaminantes peligrosos, y que cumple con todas las normas para consumo humano.

Y no sólo se trata de mantener el estándar, sino de mejorarlo: el OOAPAS anda modernizando las plantas de San Miguel y La Mintzita para producir más y depender menos de pozos que requieren mucho mantenimiento, sobre todo para reforzar el abasto en el sur y oriente de la ciudad.

Fito Torres cerró con un mensaje directo: “Aquí no hay truco ni bandera política; el agua que llega a sus casas tiene respaldo técnico, certificación oficial y monitoreo diario”. En pocas palabras, que si no la bebes, ya es por puro prejuicio.