Pátzcuaro, Michoacán, 31 de octubre de 2024.- A solo días del inicio de Noche de Muertos, el Gobierno estatal anunció con bombo y platillo la rehabilitación de los muelles General y San Pedrito en el lago de Pátzcuaro. Sin embargo, la premura de estos trabajos ha suscitado suspicacias sobre la verdadera calidad y efectividad de las obras realizadas.
Según la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (SCOP), los trabajos en el embarcadero principal, que incluye la demolición de una sección y la instalación de contenciones de tablaestaca metálica, se llevaron a cabo con recursos del Fondo General de Participaciones. Si bien el anuncio suena positivo, la falta de transparencia en la ejecución y los plazos de estas obras generan dudas sobre si realmente se logrará un acceso seguro y eficiente para el turismo y la población local.
La edificación de contenciones de protección en el puente vehicular de acceso a Jarácuaro, así como la sustitución de rampas de acceso, también fueron parte de las mejoras. Sin embargo, ¿cuál es la verdadera necesidad de estas obras? ¿Fueron realmente planificadas con antelación o son una respuesta apresurada a la inminente festividad? La percepción de improvisación podría afectar la confianza de los residentes y visitantes en la capacidad del gobierno para gestionar la infraestructura adecuada para eventos de gran importancia cultural.
El objetivo de estas mejoras, según se argumenta, es facilitar el comercio y el turismo en la zona lacustre. Sin embargo, es preocupante que se utilicen eventos tan significativos como la Noche de Muertos como telón de fondo para la justificación de inversiones públicas. La pregunta que surge es si estas obras son un verdadero beneficio para la comunidad o simplemente un intento de generar una imagen positiva del gobierno a través de una pronta solución a problemas que podrían haberse abordado con antelación.
Los ciudadanos de Pátzcuaro y sus alrededores merecen saber si las obras cumplirán con los estándares necesarios para la seguridad y comodidad de quienes acuden a la celebración. En un contexto donde la rendición de cuentas es crucial, el seguimiento a la calidad de estas rehabilitaciones es fundamental para evitar que la festividad se convierta en un problema debido a una infraestructura deficiente.
Mientras se preparan los últimos detalles para la celebración, es vital que los ciudadanos mantengan un ojo crítico sobre estas obras y exijan claridad sobre su ejecución y eficacia. La Noche de Muertos es un momento de reverencia y conexión, y no debe verse empañada por la sospecha de que se han tomado atajos en nombre de la prisa y la imagen pública.