Gobierno federal extingue CREFAL después de 75 años

Pátzcuaro, Michoacán, 18 febrero 2025.- En una decisión que marca el fin de una era, la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha confirmado la extinción del funcionamiento actual del Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en América Latina y el Caribe (Crefal), fusionándolo con las Universidades del Bienestar “Benito Juárez” (UBBJ). Este anuncio deja en la incertidumbre a cientos de trabajadores, quienes ahora enfrentan el riesgo inminente del desempleo.

La noticia fue dada a conocer por la directora del Crefal, Raquel Sosa Elízaga, quien se presentó en las instalaciones del centro educativo para informar a los empleados que la etapa actual del Crefal llegará a su fin. Con ello, todos los trabajadores serán liquidados sin que exista certeza de que serán reincorporados en la nueva estructura que reemplazará al organismo.

Una transición llena de opacidad

Sosa Elízaga aseguró que en los próximos días cada empleado será llamado para revisar su situación laboral y que se les pagarán adeudos y compensaciones conforme a la ley. Sin embargo, evitó responder si serán recontratados en la nueva etapa del Crefal, que incluso cambiará de nombre y eliminará su enfoque en la “Educación de Adultos” para pasar a la “Educación Fundamental”.

Dicha transformación se justificó con el argumento de que el crecimiento de las Universidades del Bienestar exige una reestructuración y que el Crefal se había “desvirtuado” de su propósito original. Sin embargo, los trabajadores han expresado preocupación, pues esta medida los deja sin garantías sobre su futuro laboral.

Incertidumbre y tensión entre los trabajadores

Los empleados, muchos de ellos con décadas de servicio, se mostraron preocupados ante la falta de claridad en el proceso. Algunos, con entre 39 y 45 años de trayectoria, estaban a punto de jubilarse y ahora enfrentan un despido sin garantías de continuidad. Al ser cuestionada sobre su estabilidad laboral, la directora solo respondió con evasivas, afirmando que “la estabilidad laboral no es solo estar en un centro de trabajo”.

Además, se les impidió el ingreso a las instalaciones, lo que generó sospechas sobre una posible estrategia para acusarlos de abandono de trabajo o levantarles actas administrativas. Ante sus dudas y exigencias de respuestas concretas, Sosa Elízaga simplemente pidió “paciencia”, mientras que los trabajadores se enfrentan a un futuro incierto.

¿Transformación o desmantelamiento?

El Crefal ha sido un referente en la educación de adultos en América Latina, pero su absorción por las Universidades del Bienestar parece indicar más un desmantelamiento que una transformación. La falta de transparencia y la ausencia de garantías para sus empleados solo refuerzan la percepción de que esta decisión responde a una agenda política más que a una verdadera estrategia educativa.

Mientras la SEP celebra esta fusión como un avance, los trabajadores del Crefal quedan en la sombra de la incertidumbre, sin más opción que esperar la resolución de un proceso que, hasta ahora, se ha caracterizado por la opacidad y la falta de sensibilidad ante quienes han dedicado su vida al servicio educativo.