Grupo de Rescate y Socorrismo Zorros Nicolaitas, ejemplo de servicio a la sociedad

Por M. Angel Villa Juárez
Morelia, Mich. 20 de junio 2025.- Con el alma por delante y bien parados pa’ lo que venga, los del Grupo de Rescate y Socorrismo Zorros Nicolaitas cerraron con broche de oro una etapa de pura entrega, valentía y corazón grande. La ceremonia de clausura no fue cualquier trámite: fue homenaje al compromiso con la vida, al oficio de ayudar sin mirar a quién.

Ahí, con la representación de la mera mera rectora Yarabí Ávila, se rifó unas palabras Andrea Farías Olvera, jefa del Departamento de Editorial y Librería Universitaria, quien le echó flores a los graduados: “Hoy no nomás terminan un curso, hoy se alzan como raza que no le saca cuando la vida llama. Técnica y conocimiento hay que seguir puliendo, sí, pero no olviden que la empatía es el mejor analgésico”.

El coordinador general de los Zorros, J. Jesús Alejandre García, les recordó que el peligro no avisa y los accidentes están al acecho. Les pidió que se mantengan firmes y listos, porque ahora son los primeros que llegan cuando todo truena. “Ustedes ya no se pueden hacer de la vista gorda, traen en las venas la chamba de salvar vidas”, dijo con voz recia.

El doctor Gustavo López Orozco, de la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencias, también les puso el dedo en el renglón: “Más de dos millones de personas se nos van al año por muerte súbita, y la mayoría caen lejos de un hospital. Por eso, lo que hacen ustedes es vital: ser la primera luz cuando todo está oscuro”.

Víctor Hugo Mercado, director de la Facultad de Ciencias Médicas y Biológicas, habló con orgullo: “Esta clausura no es cualquier cierre, es un paso más en un camino que demanda agallas. Ustedes no se quedan a mirar cómo arde la casa, ustedes entran. Son juventud que inspira, que se forma en el aula, pero también en la calle, en el servicio, en la solidaridad”.

Así, con mochilas llenas de aprendizaje y el corazón bien puesto, los Zorros Nicolaitas se lanzan a la vida listos pa’ lo que venga. Porque si el destino truena, ahí estarán, con vendas, valor y vocación de hierro.

¡Aplausos pa’ estos chavos de barrio y bata blanca que ya no le huyen al fuego!