Por M. Angel Villa Juárez
Morelia, Mich., 13 de junio de 2025.- En una votación que dejó más dudas que certezas, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) declaró la validez de la elección judicial. Pero el veredicto no fue por unanimidad: seis consejeros votaron a favor y cinco se opusieron, dejando claro que el tema huele a chamusquina.
De un lado, los que dijeron “sí” aseguraron que todo fue limpio, parejito y sin mañas. Del otro, cinco consejeros de peso —Claudia Zavala, Arturo Castillo, Jaime Rivera, Martín Faz y Dania Ravel— pusieron el dedo en la llaga y pidieron que antes de cantar victoria se investigue bien toda la marrullería que se fue acumulando como costra en campaña.
El acordeón que no se toca… pero dirige
Uno de los focos rojos más sonados fue la distribución masiva de famosos “acordeones” electorales, esas hojas impresas que llegaban como soplo mágico para decirte por quién votar. El consejero Arturo Castillo no se anduvo con rodeos: en los cargos nacionales, el 80 por ciento de las candidaturas ganadoras salieron mencionadas en esos papelitos y en los cargos regionales el 85 por ciento. ¿Coincidencia? Él cree que no. Lo ve como una estrategia propagandística con todo el colmillo, para inclinar la balanza sin que se note.
Boletas planchadas, caligrafía gemela y más votos que vecinos
Los demás consejeros críticos no se quedaron callados. Claudia Zavala y Martín Faz hablaron de casillas con boletas sin dobleces, como si salieran recién planchadas de la fábrica, y otras donde las letras parecían copiadas con papel calca. Para acabarla, hubo registros de participación del 100 por ciento… y hasta más. Es decir, más votos que vecinos. Como quien dice, magia electoral de la buena.
“Todo bien, no se hagan bolas”: la otra mitad del INE
Pero la presidenta del INE, Guadalupe Taddei, no se achicó ante las críticas. Según ella, cuestionar la elección es un “exceso” y asegura que todo fue “íntegro de principio a fin”. Jorge Montaño, otro de los seis que votaron a favor, dijo que lo del acordeón fue una marranada, sí, pero que se va a castigar. ¿Cuándo y cómo? Quién sabe, pero se va a castigar.
Uuc-kib Espadas, por su parte, dijo que no hay evidencia suficiente para decir que hubo trampa a lo grande. Según él, los datos no muestran una irregularidad “grave, generalizada o sistemática” que echara abajo el resultado. Para él, las fallas no alcanzan para borrar la elección del pizarrón.
El dilema: ¿elección legítima o simulacro bien maquillado?
Mientras tanto, el ambiente sigue denso. La división dentro del propio INE levanta sospechas legítimas. ¿Fue una elección realmente democrática o un show bien armado? ¿De verdad basta con castigar a los que repartieron acordeones o hay algo más podrido bajo la alfombra electoral?
Por lo pronto, el resultado se validó. Pero entre los barrios, los cafés y las redes, la gente se pregunta: ¿y si nos vendieron otra vez la democracia en oferta, sin garantía y sin devolución?