Morelia, Mich. 2 noviembre 2024.- La Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) ha causado una de las peores catástrofes naturales en España, dejando tras de sí un panorama de devastación y dolor. Desde el martes hasta el miércoles, intensas lluvias provocaron inundaciones masivas en varias regiones del este y sureste del país, con un saldo trágico de más de 200 muertes y cientos de desaparecidos, en su mayoría en la provincia de Valencia, pero también en Castilla-La Mancha y Andalucía.
Testimonios Impactantes
Guillermo Pérez, un joven de 21 años y residente de la localidad de Paiporta, compartió su experiencia aterradora: “Cuando el agua empezó a subir, llegó como una ola. Fue como un tsunami”. Guillermo viajaba con sus padres por la autopista cuando una tromba de agua sorprendió a la familia, forzándolos a abandonar su vehículo y buscar refugio en un puente.
El aumento rápido de las corrientes sorprendió a muchos, a pesar de las advertencias emitidas por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) sobre la posibilidad de lluvias torrenciales desde la mañana del martes. La AEMET había alertado sobre un “peligro extremo” y había instado a la población a no circular a menos que fuera absolutamente necesario.
La Fuerza de la Naturaleza
En localidades como Chiva, a unos 20 kilómetros de Valencia, el agua subió con una rapidez alarmante. A las 18:00 horas, las calles se convirtieron en ríos caudalosos que arrastraban vehículos y escombros. El alcalde de Riba-roja de Túria describió cómo “de repente cayó un chaparrón muy fuerte” que inundó la zona en minutos.
A pesar de las alertas, muchos residentes se encontraron atrapados en sus coches, incapaces de escapar de la repentina furia de la tormenta. Protección Civil no emitió un aviso para disuadir a los residentes de circular por las carreteras hasta más de dos horas después, lo que ha suscitado críticas sobre la tardanza en las advertencias.
Historias de Supervivencia
Las historias de supervivencia son desgarradoras. Francisco, un conductor que se dirigía a Picassent, relató que el agua era tan potente que “la presión era tremenda”, empujándolo contra una valla mientras luchaba por mantenerse a flote. Pilar Rodríguez, atrapada en un atasco cerca de Paiporta, también describió cómo los coches comenzaron a flotar a su alrededor y cómo, con la ayuda de otro conductor, logró escapar a pie.
La desesperación fue palpable en las redes sociales, donde se compartieron imágenes y relatos de personas atrapadas en sus hogares. Un video mostraba a ancianos en silla de ruedas en una residencia de mayores en Paiporta, mientras el agua alcanzaba sus rodillas.
Rescate y Destrucción
Al amanecer del miércoles, la magnitud de la devastación se hizo evidente. Centenares de coches estaban apilados, negocios destruidos y comunidades cubiertas de barro y escombros. En un caso notable, Juliano Sánchez fue rescatado tras aferrarse a unas palmeras durante siete horas, luchando contra la hipotermia y la fuerza del agua. “No quería morir”, confesó.
Sin embargo, la tragedia continuó, ya que decenas de personas siguen desaparecidas. La impotencia y la desesperación se apoderan de aquellos que han sobrevivido, muchos de los cuales han sido testigos de la pérdida de seres queridos y de la devastación de sus hogares.
Las inundaciones provocadas por la DANA han dejado una huella imborrable en las comunidades afectadas. La combinación de condiciones meteorológicas extremas y la falta de alertas oportunas ha llevado a un desenlace trágico. Las autoridades están trabajando arduamente para llevar a cabo rescates y proporcionar asistencia a los afectados, mientras que la región se enfrenta a la difícil tarea de reconstruir y sanar tras esta devastadora calamidad.
