Israel se lanza con todo contra Irán y prende el avispero en Medio Oriente

Por M. Ángel Villa Juárez
Morelia, Mich., 13 de junio de 2025..- Como quien ya no se anda con vueltas, el gobierno de Israel soltó una operación sorpresa —de ésas que huelen a pólvora y pólitica dura— contra Irán. El nombre del show: “León Ascendente”, y no es para menos, porque en cosa de horas, el ejército israelí y el Mossad sembraron fuego en instalaciones nucleares, bases de misiles, y hasta fueron por los científicos y generales pesados del régimen persa.

El portal gringo Axios soltó la sopa: fueron ocho meses de cocina secreta lo que precedió a este agarrón. Todo empezó con el tiro que se dieron en octubre pasado, cuando Irán y Jerusalén se miraron feo y se mandaron fuego. Desde entonces, Netanyahu se puso las pilas y dio luz verde pa’ preparar una ofensiva que pegara justo en el corazón del poder iraní.

Y dicho y hecho: la madrugada del viernes empezó la fiesta. Ataques aéreos, sabotaje a ras del suelo, misiles de precisión y asesinatos bien planeados. De entrada, cayeron al menos dos científicos del programa nuclear iraní y varios peces gordos de la Guardia Revolucionaria, incluido un comandante y dos altos generales.

¿La tirada? Según el propio Netanyahu, se trata de dejar a Irán sin dientes: sin misiles, sin uranio y sin capacidad de hacer una bomba. Todo esto antes de que Teherán termine su nueva planta nuclear subterránea, la misma que, según los israelíes, ni las bombas rompebúnker pueden tocar.

Pero ojo, esto no fue nomás con jets. Agentes del Mosad se movieron dentro de Irán con drones explosivos, sistemas de ataque en carros, y hasta manipularon reuniones falsas para reunir a altos mandos iraníes… y hacerlos blanco fácil. Un funcionario de seguridad israelí le dijo a Fox News que fue “más exitoso de lo esperado”.

Washington: “yo no fui”… pero sí sabía

Desde el otro lado del charco, Estados Unidos jura que no tuvo vela en el entierro. El secretario de Estado, Marco Rubio, dijo que fue cosa exclusiva de Israel. Trump, por su parte, aceptó que sabía lo que venía, pero se lavó las manos militarmente hablando. Sin embargo, fuentes de alto nivel en Tel Aviv dijeron que la Casa Blanca sí dio luz verde. O sea, el clásico: “tú dale, nomás no me salpiques”.

Eso sí, Washington está más que dispuesto a defender a Israel si Irán se le pone bravo, sobre todo con misiles balísticos. Y ya sabemos que los ayatolás no se quedan callados: Teherán dijo que esto es una “declaración de guerra” y que la respuesta va a ser “devastadora y proporcional”. Misiles, drones y amenazas a intereses gringos en la región ya están sobre la mesa.

¿Y ahora qué?

La cosa pinta para largo. Israel dice que podrían ser días o semanas de ataques adicionales, mientras que el mundo se pregunta si esto no fue el inicio de una guerra regional en forma. El petróleo ya anda temblando, y los mercados, ni se diga.

Mientras tanto, Netanyahu —con juicios pendientes por corrupción y presión interna por Gaza— intenta recuperar su título de “Mr. Seguridad”. “Nunca más es ahora”, dijo en su discurso, apelando al trauma histórico del Holocausto para justificar la ofensiva.

De este lado del mundo, los analistas no ven el final cercano, ni sencillo. La jugada israelí dinamitó cualquier chance de retomar las negociaciones nucleares y colocó al régimen iraní contra la pared.

El tablero se volvió a mover… y el juego apenas comienza.