Morelia, Michoacán, 28 octubre 2024. El Instituto de la Juventud Michoacana (Ijumich) ha lanzado una invitación a la comunidad para participar en “Jalo Ween 2024”, un programa especial que busca celebrar la Noche de Muertos del 31 de octubre al 2 de noviembre en los municipios de Zamora, Queréndaro, Zitácuaro y Peribán. Sin embargo, la pregunta que persiste es si estas actividades realmente lograrán conectar con una juventud cada vez más desconectada de sus tradiciones.
Lenin López García, director del Ijumich, ha expresado la intención de involucrar a los jóvenes en actividades que resalten sus raíces culturales y fomenten el orgullo por las tradiciones michoacanas. Pero en una época donde la cultura popular y el entretenimiento instantáneo dominan la atención de los jóvenes, la efectividad de tales esfuerzos es cuestionable.
El evento comenzará en Zamora con una caminata de disfraces el 31 de octubre, y se continuarán con actividades en Queréndaro, Zitácuaro y Peribán. A primera vista, estos eventos parecen prometedores, con propuestas como un desfile de catrinas, un concurso de altares y la exhibición del altar más grande de Michoacán. Sin embargo, la realidad es que muchos jóvenes podrían preferir quedarse en casa, consumiendo contenido digital en lugar de participar en actividades que exigen tiempo y dedicación.
A pesar de las buenas intenciones, el “Jalo Ween 2024” se enfrenta al desafío de atraer a una audiencia que se siente cada vez más alejada de sus tradiciones. Las celebraciones de la Noche de Muertos son una parte fundamental de la identidad cultural de la región, pero a medida que las generaciones cambian, también lo hacen las prioridades y los intereses de los jóvenes. Las actividades planificadas podrían resultar poco atractivas en comparación con la facilidad de acceso a plataformas de streaming y redes sociales.
El concurso de altares en Zitácuaro, por ejemplo, busca mostrar la creatividad y devoción de las familias, pero ¿cuántos jóvenes estarán realmente dispuestos a participar en la construcción de un altar cuando la cultura de la inmediatez predomina? La proyección de cortometrajes y las caminatas son, sin duda, esfuerzos loables, pero podrían no ser suficientes para captar el interés de una juventud que busca experiencias más interactivas y dinámicas.
Mientras tanto, la importancia de preservar las tradiciones no debe subestimarse. Sin embargo, la falta de conexión entre las nuevas generaciones y las costumbres ancestrales puede hacer que eventos como el “Jalo Ween 2024” se conviertan en meras formalidades, que no logran el impacto deseado en la cultura local.
El éxito de esta iniciativa dependerá en gran medida de la capacidad del Ijumich para adaptarse y conectar con la realidad de los jóvenes. A medida que se acerca la celebración, queda la duda de si esta será una oportunidad para revitalizar el interés por la Noche de Muertos o si simplemente se convertirá en otro evento que pase desapercibido en el bullicio de la vida moderna.