Morelia, Mich. 20 octubre 2024.- La diversidad de la cocina mexicana es un aspecto que ha capturado la atención mundial, gracias a su amplia gama de ingredientes y técnicas culinarias que reflejan una fusión de influencias indígenas y europeas desarrolladas a lo largo de los siglos. Este mestizaje culinario ha dado lugar a una variedad de platillos apreciados tanto en el país como en el extranjero.
Michoacán, un estado con una rica tradición gastronómica, es un excelente ejemplo de esta diversidad culinaria. Aquí encontramos una vasta oferta de platillos tradicionales como las corundas, los uchepos y la sopa tarasca. Sin embargo, hay una preparación que resalta especialmente según los expertos internacionales de Taste Atlas: las carnitas. Este platillo originario de Michoacán ha sido galardonado con 4.6 estrellas de 5 en esta enciclopedia culinaria.
Las carnitas, descritas como un platillo sabroso elaborado con carne de cerdo que se estofa, se asa o se cocina a fuego lento en su propia grasa hasta quedar completamente tierna y suculenta, son fundamentales en la dieta y cultura mexicana. Una vez que la carne está tierna, se sube el fuego hasta que esté crujiente por fuera y se pueda desmenuzar. Este delicioso platillo, que significa “carnes pequeñas”, se sirve comúnmente con tortillas, salsas, frijoles, guacamole, lima o verduras frescas. En Michoacán, las carnitas están presentes en todas partes, desde puestos callejeros hasta restaurantes de lujo, y suelen prepararse para ocasiones especiales como Navidad, aniversarios o cumpleaños.
Pero la riqueza culinaria de Michoacán no se detiene en las carnitas. Entre los platillos más emblemáticos de la región también encontramos:
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Corundas: Tamales en forma triangular o de estrella, hechos con masa de maíz sin relleno o con carne, envueltos en hojas de maíz y servidos con diferentes salsas.
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Uchepos: Tamales tiernos hechos con masa de elote fresco, servidos con crema, salsa y queso fresco, ideales como antojo dulce o salado.
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Enchiladas placeras: Tortillas rellenas de puré de papa, cubiertas con salsa roja de chile guajillo y acompañadas de zanahorias, lechuga, cebolla y queso.
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Sopa Tarasca: Una sopa tradicional hecha con una base de frijoles, jitomate y chiles, coronada con tiras de tortilla frita, queso fresco y crema.
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Atole de grano: Una bebida espesa y caliente elaborada a base de maíz molido y piloncillo, a veces acompañada de diferentes frutas o especias.
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Charales: Pequeños peces fritos crujientes, sazonados con limón y chile, que se disfrutan como botana o acompañamiento.
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Churipo: Un caldo espeso de carne de res cocido con chile y verduras, servido con corundas.
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Pozole michoacano: Una variante del conocido platillo mexicano, preparado con carne de cerdo y maíz cacahuazintle, adornado con lechuga, rábanos y limón.
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Morelianas: Galletas típicas de textura ligera, hechas a base de harina, huevo y azúcar, perfectas para acompañar con café.
Estos platillos no solo resaltan la riqueza culinaria de Michoacán, sino que también ofrecen un abanico de sabores y tradiciones que invitan a todos a explorar y disfrutar. La gastronomía michoacana es un reflejo de la diversidad y el mestizaje que caracteriza a la cocina mexicana, un verdadero patrimonio cultural que sigue conquistando paladares en todo el mundo.