Morelia, Michoacán, 13 noviembre 2024.- La Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) se encuentra en un proceso de consulta crucial para el futuro de su estructura, y la respuesta de su comunidad hasta el momento parece clara: una reforma profunda es indispensable para actualizar la institución. Esto es lo que revela la Encuesta Universitaria que actualmente está siendo respondida por estudiantes, docentes y personal administrativo, y que estará abierta hasta el próximo 15 de noviembre.
El 66.8% de los estudiantes participantes en la medición se muestra a favor de la reforma universitaria como un paso necesario para modernizar la universidad y enfrentar los desafíos del siglo XXI. Solo el 14.1% se muestra en desacuerdo con esta necesidad de cambio. En el caso de los docentes, el apoyo es aún mayor: el 73.4% considera que la reforma es esencial, mientras que solo el 14.9% se opone.
Pero la encuesta no solo aborda la reforma estructural. Otro de los temas en discusión es la participación de la comunidad universitaria en la elección de la rectora o rector, una cuestión que genera un debate interesante. En este sentido, el 66.5% de los estudiantes y el 76% de los docentes se muestran favorables a tener voz y voto en este proceso. A pesar de la diferencia de cifras, el interés por involucrarse en la toma de decisiones sobre el futuro de la universidad es evidente.
Sin embargo, a pesar de estos números alentadores, hay que destacar que una parte significativa de la comunidad se muestra indiferente o escéptica. El 14.1% de los estudiantes y el 8.7% de los docentes no ven con buenos ojos la reforma, lo que plantea un desafío para las autoridades universitarias a la hora de implementar los cambios necesarios. Además, hay que cuestionarse si las encuestas en línea realmente están logrando captar la representación completa de la comunidad, considerando el número de estudiantes y profesores que podrían no estar tan conectados con los canales digitales.
La falta de participación generalizada en esta consulta podría reflejar una desconexión entre las autoridades y algunos sectores de la comunidad universitaria, lo que podría comprometer el éxito de cualquier reforma que se decida implementar. Es fundamental que la UMSNH logre no solo que la comunidad se sienta escuchada, sino también que se convierta en un proceso inclusivo y transparente, capaz de generar un verdadero consenso.
En este contexto, la rectoría tiene la responsabilidad de asegurarse de que este proceso no quede limitado a la mera recolección de datos, sino que se traduzca en acciones concretas que beneficien a toda la comunidad nicolaita. La reforma debe ser vista como una oportunidad para resolver problemas estructurales que, aunque reconocidos por muchos, aún no se abordan con la urgencia que la situación demanda.
Para ello, es imperativo que se fomente una mayor participación y que todos los miembros de la UMSNH se comprometan activamente en el proceso. La reforma, al final de cuentas, no es solo una cuestión de cambiar estatutos o estructuras internas, sino de lograr un cambio de mentalidad en toda la universidad, que permita a la Máxima Casa de Estudios del estado de Michoacán afrontar con éxito los retos del presente y del futuro.